KNUT HAMSUN. SOÑADOR Y CONQUISTADOR, de Ingar Sletten Kolloen
Hamsun es una paradoja del destino: premio Nobel de Literatura de 1920, muy conocido en vida y con unas ventas muy elevadas en casi todo el mundo hasta 1940. Sin embargo, muy pocos lo conocen. ¿Son de calidad sus libros? Siguen manteniéndose en pie al menos los que yo he leido, la Trilogia del vagabundo. Y el resto parece ser que son buenos. Fue influyente en la sociedad europea (centro y norte) durante muchos años. ¿Por que nadie lo recuerda? Porque al acabar la II Guerra Mundial, fue un apestado. Esta biografía parte ya del morbo de quien defendió a los nazis y se entrevistó con Hitler. Eso es algo que hay que entender inevitablemente si se quiere conocer al autor noruego. Pero lograrlo requiere empezar por el principio: su estricta familia, las penurias económicas y afectivas de los primeros años, su propio vagabundeo por Europa y Estados Unidos antes de acabar el siglo XIX... un personaje que nació en 1859 y muere en 1952 lo ha visto todo en la vida; desde hacer la mili con lanza hasta la bomba nuclear. Se crio con gente mayor que conoció a Napoleón y murió un año antes que Stalin. A mi, esta gente tan transversal en la historia de la humanidad me fascina.
El autor de esta biografía, Sletten Kolloen, es un especialista en este controvertido escritor: a raíz de encontrar diarios íntimos de Hamsun en 2005, escondidos por el mismo de las nuevas autoridades noruegas tras la salida de los nazis de Noruega, profundiza en cosas que ya se sabían, pero pone de relieve a un escritor que empezó el oficio con muy poca cultura general, y muchas ganas de escapar de la miseria, de su familia y de su entorno. Un hombre provocador contra Ibsen, Bjornson y cualquiera que le llevara la contraria, un tipo que se habría un hueco en la intelectualidad nórdica a codazos, a golpes, dando que hablar, criticando y usando a todo el mundo. Un tipo despilfarrador y con un fuerte complejo de inferioridad. Un tipo gruñón, que no podía dejar de creerse el centro de Noruega y así lo exigía a su alrededor, principalmente a las mujeres de su vida. Pasados unos primeros años de lucha por la vida como un hombre de izquierdas, un rebelde contra el sistema, la notoriedad y la riqueza lo resituaron en aquellos valores en los que realmente se había criado: reivindicaba la vuelta a los orígenes, a la tierra para trabajarla, a las viejas costumbres sociales y familiares. En realidad, se va volviendo un carcamal egoísta con una poderosa connotación: vivió para escribir, todo lo supeditaba a eso, empezando por su propia felicidad. Pasa por varias fases en su vida creativa, empezó con planteamientos muy psicológicos de sus personajes, comparado a veces con Dostoievski. Pero pasa por las correspondientes crisis personales que lo hacen evolucionar hacia otros planteamientos más románticos hacia la tierra que le vio nacer, y acaba defendiendo una idea de Europa tan retrograda que se aviene a los planteamientos del partido nazi alemán y defiende la ocupación de su país cuando comenzó la guerra. Así que de esta manera, los noruegos no solo le tienen ojeriza a los alemanes (lo he leido en mas de una novela actual noruega), sino que no se lo perdonaron a su figura nacional mas internacional: Knut Hamsun. Así quedó, vetado a partir de 1945 hasta su muerte, atrapado en juicios, embargos, multas, ciego, sordo, peleado con su mujer (encarcelada por nazi).
Otra veta muy interesante del libro es explicar la Génesis de sus libros más significativos: desde Hambre, o Pan, hasta por el Por sendero que la hierba oculta, donde aún rondado los 90 años, se rió de quienes le quieren juzgar por nazi después de sortear un juicio psiquiátrico haciéndose un poco el loco. Era un escritor profundo en sus planteamientos, incisivo en su atrevimiento de hasta donde podía llegar, y con unos personajes muy bien montados.
No todo en Hamsun era blanco o negro, incluso cuando así lo quisiera él hacer ver. En seguida comprendemos que su vida da cabida no solo a cuestiones irracionales, actitudes poco razonables, sino sobretodo que asume la contradicción como elemento esencial también de la vida. Eso es algo que he visto en pocos como en el. No es escritor que trate de guardar las apariencias de lo que piensa en sus novelas. Mas bien lo piensa, y lo suelta con el arte de hacerlo entretenido en medio de la historia que cuenta.
Aunque ahora se blanquee a los vencedores, hay que señalar que en los años 20 y 30 el fascismo tenia muchos compañeros de camino y era respetado, incluso entre los vencedores de la guerra. Hamsun fue antisoviético, pero desde crio entendió en su familia las opiniones antibritánicas que escucho. Eso le caracterizó siempre. En Gran Bretaña vendió pocos de sus libros, mientras que desde sus inicios como escritor, en Alemania le quitaban los libros de las manos, por decirlo de alguna manera, ya antes de Hitler. Y eso era muy importante para él: ser leído, estar en la cúspide, tener influencia. Esta es la historia de todo lo que hizo para lograrlo sin traicionar sus muy polémicas opiniones.
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