CIELOS VACIOS, de Georges Ferdinandy
Georges Ferdinandy (1935-2024) es un húngaro que escapó tras la represión soviética del 56 y, después de varios otros países, se afincó en Puerto Rico durante 36 años, tiempo que dedicó a dar clases en la universidad, a traducir y a escribir sobre todo cuentos, género por el que ha alcanzado cierta fama. Estos 5 relatos tienen esos años caribeños como referencia, y el que más me ha gustado de ellos es el relato titulado "Chica". Los dos primeros no me interesaron demasiado acerca de lo que contaban, me parecieron bastante planos, aunque con un interés sincero de la voz narrativa por el mundo que lo rodea. El autor casi se mimetiza con ese narrador, a veces femenino también, que lo observa todo, cuenta lo que pasa a su alrededor y como le van las cosas en un medio lleno de contrastes: la gran diferencia entre la vida de los hombres y la vida que llevan las mujeres de la isla, el anhelo de llegar a EEUU en contraste con la gran decepción que sufren después, la gran diferencia que supone tener un trabajo normal y no tenerlo... hay mucha observación de la vida del prójimo. Las personas no son genéricas en estos relatos, hay mucho cariño e interés por saber cómo lo están pasando, casi como el que podríamos tener hacia un vecino nuestro al que conocemos y tratamos desde hace tiempo. En cierto modo, como los años consumieron a estos personajes desde la extrañeza frente a lo que les pasa, porque intentan dar un sentido a sus vidas cambiando de dirección vital, haciendo cosas que les desarrollen como personas (un mejor trabajo generalmente), pero parece que todo es inútil. Hay un poco de fracaso al final del proceso temporal de cada narrador, ese tono de fatalidad que surge de momentos oscuros en la biografía que se saltan como de puntillas.
Supongo que la mirada del autor es la de un extranjero que nunca deja de serlo allá donde esté. Su punto de extrañeza no se dirige hacia un desarraigo de la tierra que lo acoge sino hacia un intento por comprender y empatizar con las personas que conoce, una a una. No busca la masa social, sino el individuo en un espacio cultural que no es el suyo del todo pero que acepta sin acritud. En "Chica", por ejemplo, tenemos la individualidad del genero pero no llegamos a conocer su nombre. La protagonista siempre es ella, Chica, y debe enfrentarse a un montón de obstáculos sociales para tener una vida digna sies que la alcanza, y en este proceso de madurez pasa por sufrir el machismo, las burlas, la violencia sexual, los tópicos que se aplican a las mujeres... Así mismo me han parecido un poco sus personajes nacidos en la isla, de manera que no es extraño que el autor muestre al lector lo que ven y lo que sienten como si todo ello fuera su primera vez. Por tanto, interesante para ver el interior de la isla de Puerto Rico en esos años con la mirada de quien está fuera.
También resaltar el último relato, titulado Doña Fe, de pocas páginas pero tal vez el más efectivo y conmovedor. Tiene algo de revelador después de haber leído los otros cuatro cuentos. Es mucho más evidente la mala fortuna de la protagonista, esta vez separada de la voz narradora, que a su vez, desde su superioridad, se camufla en un interés por ella que, en mi opinión, acaba en cinismo. Vuelven a ser doña Fe una persona más atascada en la complejidad de la vida.
Libro fácil de leer, de 104 páginas, y no hay mucho más de este autor en España que yo haya localizado. Al principio, el libro cuenta con una interesante introducción que nos acerca un poco más los relatos.
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