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viernes, 19 de diciembre de 2025

ESCAPAR PARA VIVIR, de Yeonmi Park

 ESCAPAR PARA VIVIR, de Yeonmi Park

El caso de Yeonmi Park viene a ser como el de Malala en Pakistán, el de una joven que ha nacido y se ha criado en un régimen político contrario a la naturaleza humana. Te hunde, te anula y te transforma en un producto social adecuado para la supervivencia del régimen. Y lo logra en forma de cadena de producción, como se hacen los coches o las longanizas, pero con personas.

El caso de esta chica norcoreana nos habla de las particularidades de su país, tan  hermético que una experiencia como la suya es de las pocas que nos llegan. Nos habla de cómo se vivía en una ciudad cerca de la frontera con China hasta finales de la primera década de nuestro siglo. La imagen idealizada que el régimen impone del país y del mandatario desde la fundación de este negocio exclusivo de unos pocos que es Corea del Norte. Una cosa surrealista, inconcebible si no fuera porque todo el que escapa cuenta cosas parecidas: el miedo a las autoridades, a la policía, la censura al hablar incluso dentro de casa, el hambre, los muertos tirados en la calle, la falta de higiene y las enfermedades. La corrupción de los funcionarios más cercanos al pueblo. Esto último es algo que la gente que puede y se lo plantea, utiliza para salir de allí cruzando el río helado que les separaba en invierno de China.

Luego viene una etapa aún más oscura, otra forma de supervivencia: vivir en China como esclava, normalmente sexual, vendida de unos a otros hasta llegar alguien concreto. Cuando huyeron Yeonmi y su madre, lo hicieron tan inocentemente que no podían ni imaginar algo así. Pensaban que las vidas fuera de su país eran como las reflejaban las cintas de VHS que circulaban de contrabando en su barrio.

Aquí es donde vemos que la autora es de otra pasta. No se deja avasallar tan fácilmente e intenta condicionar esa esclavitud a sus propios objetivos a largo plazo. Es algo que, todavía a una edad adolescente, consigue: acaba contactando con grupos cristianos dentro de China que la sacan, junto a su madre, por la frontera de Mongolia. De allí llega a su verdadero objetivo: Corea del Sur. Porque esa es otra idea de nuestra autora: nadie se queda atrás en su familia aunque  sea ella quien vaya por delante.

En esta tercera fase llega otra forma de supervivencia: la desilusión ante un país que le pone muchas trabas sociales para ser otro ciudadano más. Ella y su madre salen adelante con mucho esfuerzo, superando los prejuicios propios y, sobre todo los que mantienen los surcoreanos hacia estos nuevos compatriotas. Yeonmi logró estudiar una carrera y ser el altavoz de estos ciudadanos que parten de la última posición social. Así se la ha conocido en conferencias y entrevistas por todo el mundo.

Yeonmi Park es un ejemplo notable de resistencia, audacia e inteligencias puesta al límite. De hecho, muchas se quedaron por el camino. Un camino lleno de obstáculos donde estas personas sucumben una y otra vez.

martes, 21 de octubre de 2025

LOS NAUFRAGOS DE LAS AUCKLAND, de François Edouard Raynal

 LOS NAUFRAGOS DE LAS AUCKLAND, de François Edouard Raynal


Allá por enero de 1864 una goleta, la Grafton, naufragó al sur de las Islas Auckland, pertenecientes en la actualidad a Nueva Zelanda, encontrándose al sur del país. Los cinco tripulantes se salvaron, pero aquello, francamente era el culo del mundo. Había restos puntuales de presencia humana debida a balleneros y cazadores de focas. La meteorología, terrible. Del barco encallado en la costa sacaron todo el material que les permitió sobrevivir durante 20 meses: hacerse una choza, montar una forja, construir una pequeña embarcación. Finalmente, viendo que no pasaba por allí ni un alma, decidieron dos de ellos echarse al mar, jugarse el todo por el todo, y llegar a Nueva Zelanda como fuera y luego volver para rescatar a los tres restantes náufragos. 

La cosa salió bien. Sin embargo, en el tiempo en el que estuvieron los cinco solos, hubo otro naufragio, con más gente, al norte de las islas Auckland que acabaron mucho peor. Unos de otros no tuvieron nunca conocimiento siendo la distancia corta: así era de brutal el clima y la orografía. Solo lo supieron cuando los de la Grafton se pusieron a salvo. De estos otros apenas encontraron unos cadáveres.

De las cosas que más se admira del relato es la buena cabeza que tuvo el autor para organizar los trabajos para cada uno, y que de esa forma cada uno contribuyera a la supervivencia de los demás. Todo sin que se echaran los trastos a la cabeza. Una mente lúcida que es muy de elogiar en momentos que te ponen a prueba de una forma colosal. No en vano, el autor, antes de llegar a estos sucesos, nos describe el itinerario de su vida profesional desde que sale de Francia buscando la fortuna que le dio la espalda en su país. Fue muchas cosas, pero sobre todo buscador de oro en Australia y granjero en las Islas Mauricio.

En definitiva, un libro de aventuras al límite de la resistencia humana bien solventada con claridad de ideas y frialdad para ejecutarlas sin venirse abajo durante casi dos años de soledad, hambre y frío. Este libro tan interesante de leer debio influir el otro libro famoso de Julio Verne, La isla misteriosa

lunes, 20 de octubre de 2025

AÑOS DE VIDA, de Marta Borraz


 AÑOS DE VIDA, de Marta Borraz


El libro es la historia novelada del abuelo de la autora, Alfonso Borraz, una gran narración llena de vida, de amor y amistades profundas (y algún odio) como pocas veces se consigue con los recuerdos familiares Es una historia transversal del siglo XX por las zona de Huesca y su montaña. Lo acompaña, como hilo conductor, un sentimiento de venganza por un fusilamiento injusto que no se olvida, aunque sea un sentimiento que se apaga hacia la última página pero con sorpresa. La autora, además de recuerdos propios y familiares, se ha documentado muy bien según confiesa al final, y entrevistó a todo aquel que hubiera conocido a su abuelo o que estuviera por donde él lo hizo en su tiempo. Se ha documentado bien al respecto, de forma que otras personas han sentido que en sus familias pasó algo parecido.

El libro tiene algunas líneas maestras: Alfonso en un mujeriego, y las mujeres con las que se cruza en la vida dejan su impronta, así sea que se vean poco, asi sea a nivel sentimental, sexual o ambos

El otro aspecto, igual de universal, es que es médico rural, de los de antes. Quiero decir con ello que era una figura de prestigio y destacada allí por donde se movía. Eso le daba derecho a saber, investigar y opinar. No todo el mundo antes y después de la guerra civil tenía esa facultad tan reconocida como un médico. Ahora es otra cosa.

El significado de la expresión que da título al libro Años de vida: es dar el pésame en un funeral recordando los años vividos. Es algo propio de la zona de Casbas y Alquezar, origen de Alfonso Borraz y su nieta que lo cuenta.

La vida de Alfonso Borraz es un continuo por el siglo XX, pero el gran revulsivo general es la guerra civil. El revulsivo particular del protagonista es su boda con Marivi, a finales de los 40, cuando es médico fijo en Jaca, tiene además su propia consulta y asienta la cabeza después de infortunios civiles (por participar en el bando perdedor de la guerra) y los devaneos amorosos. Tiene esos detalles que son frecuentes en esas vidas, por ejemplo, nunca volvió a Casbas, el lugar donde al ser detenido su padre por los milicianos para fusilarlo, acción contra la que nadie de ese pueblo (vecinos y amigos) nadie se opuso. Sus vecinos si salvaron al profesor de la escuela, pero no al farmacéutico que era su padre. Entran las represalias sin juicio a los republicanos encarcelados, que aún duró años después de la guerra. Las vendettas por disputas inútiles, como la muerte de su amigo Garo. Las obras de arte y documentación histórica oculta durante el conflicto. La vida en los pueblos del aragoneses: Alquilar, Casbas, Benasque, Teruel, Valencia. Después de la guerra entran en escena Jaca y el balneario de Panticosa. A partir de entonces adquiere exito profesional y prestigio.

El libro tiene también el valor de recuperar rasgos etnológicos del Somontano y la Jacetania, como también canciones y palabras típicas del aragonés en su contexto, riqueza léxica que no debería perderse. Una vida a lomos de caballo, o de burros, sin apenas pantallas de TV, donde una radio lo es todo para enterarse. Sin la tecnología actual pero con un significado más profundo de lo que significa una amistad, una familia. El amor o una vocación profesional se describen con una intensa naturalidad que desarma. No se puede decir que la autora haya utilizado muchas elipsis, o cambios temporales en la narración, ni figuras retóricas. El relato es bastante llano, va en orden cronológico y es sencillo. La lectura vuela. Es lo que se lee y, sin embargo, te lleva al terreno de la nostalgia con unos personajes entrañables que cualquiera ha podido conocer en algún momento de su vida. Nos recuerda de dónde venimos, y eso es cada vez más raro.

Alfonso tiene dos hermanas monjas, tan distintas entre sí. Gregoria parece de vocación entregada y sin fisuras, Mercedes con sus dudas y otros intereses, mucho más cercana, protagonista en primera persona como lo es su hermano Alfonso. Para ser una vida lastrada por la guerra, salvo una excepción, no es una historia de buenos y malos, sino como todo en la vida cercana de cada persona, mejores o peores. Y todo acto tiene sus consecuencias: matar al padre de Alfonso (fusilamiento del asesino), fumar en exceso (Ramiro enferma), andar detrás de las faldas, sin mirar más que eso (desafección de Marivi)... 

¿Era Alfonso de izquierdas o de derechas? Por familia propia y por la familia política debió ser lo segundo. Por las motivaciones con las que vivió, de izquierdas. Parece que nunca se acomodó del todo al éxito profesional que mantuvo, no fue una venda en sus ojos para extraer conclusiones de su entorno. Permaneció fiel a sus amigos anarquistas de la guerra. 

Después de tanta aventura, las últimas veinte páginas son un panegírico familiar donde se van cerrando vidas y abriendo otras al futuro de entonces, que es nuestro presente ahora. 

Parece que el mensaje final es: el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio. Que es muy de sabiduría popular, en el fondo, lo que sostiene esta historia. Así viviste, así acabaste.

En definitiva, que estoy muy agradecido a la librería La General de Aínsa donde suelo comprar este tipo de libros cuando paso. Ya acertaron con la recomendación de Pallaruelo, y ahora con la primera novela de Borraz. 

martes, 14 de octubre de 2025

EL ULTIMO ARTEFACTO SOCIALISTA, de Robert Perisic

EL ULTIMO ARTEFACTO SOCIALISTA, de Robert Perisic

Tenemos entre manos la historia de dos tipos que buscan reflotar una fábrica siderúrgica de los tiempos del comunismo yugoslavo en torno a un año entrado ya en el siglo XXI, pongamos 2008-2010. Esos dos hombres son primos y, salvo que son unos auténticos buscavidas en medio de la oleada de capitalismo a ultranza que invade el país (presuntamente Croacia), ambos son muy distintos. Funcionan a nivel de socios. Uno de ellos es Oleg, personaje vitalista, mujeriego, embaucador y el capitalista con la oscura inversión millonaria de alguien misterioso que se hace llamar el Coronel, y mandatario del norte de África (¿lo adivinan?). El otro es Nicola, el que se desempeña mal que bien como director de la fábrica en la ciudad de N, un tipo bienintencionado y melancólico. Casi un perdedor ante las mujeres. Y es que líos sentimentales y de faldas tampoco faltan con Seila y Lipsa, Oleg, Nicola y Sobotka. Las dos primera seran parejas de ellos, y el ultimo añorará a su esposa y familia.

Cuando se habla de los orígenes de Oleg y Nicola, las diferencias entre ellos son una forma de entrar en los cambios sociales que el capitalismo trajo de forma tan rápida y radical a Croacia. Aquí hay conceptos en torno a los que giran las vidas de esta gente: mercado y privatizaciones. Para vivir de esto hay que adaptarse a los nuevos ambientes de éxito, y donde dije digo, digo Diego. Si uno fue comunista, lo fue por obligación, o así se excusa en el presente de la novela. Son dos primos y dos caminos ante esta vida: Nicola se deprime, vive desorientado entre lo aprendido y lo que no termina de entender. Oleg se convierte en un trilero que aparenta lo que no tiene, dinero y contactos. Pero la gente que si lo tiene se fija en él y por ahí empieza esta historia.

La obra es muy coral. Aquí entran no solo los antecedentes familiares de estos primos. Es que hay una fábrica y, ante todo, necesita de empleados. Y esos van a ser los antiguos empleados de esta fábrica de turbinas. Los de la época socialista, peones, oficiales e ingenieros como Sobotka, que es un gran personaje. O su amigo Slavko, que está un poco demente. Esto nos sirve para comprender cómo vivieron antes de la caída del comunismo, la misma época de la caída y el periodo de decadencia moral total en que se encuentran las clases medias, altas y las más bajas. Estaban mal antes, y lo están en la época de Oleg y Nicola. Todos parecen guardar un arma bajo el colchón de sus camas de cuando las guerras de los años 90, no terminan de creer que sus nuevas vidas no traigan problemas. Uno cuenta su vida en una de las milicias que hacían la guerra por su cuenta, pero pudo volver para contarlo (y muy cómico). Hay historias que se ramifican, pues muchos personajes tienen su propia historia que contar. Todos tienen deseo vital que perseguir: una familia perdida en Suecia, un amor no correspondido, un embarazo no buscado, un kalashnikov que ocultar... y, sobre todo, una turbina que construir. Eso es lo que los une por distintos motivos. Es el último artefacto socialista, porque se fabrica a través de un modelo de autogestión muy caducado y desprestigiado frente al nuevo capitalismo, y se acaba vendiendo usando una fórmula que es un último giro de guión del autor que me ha dejado muy admirado. No deja de ser una parodia del capitalismo que pone un precio a lo que tiene un valor incalculable.

He creído que la novela va de un sabor irónico con el mundo que les toca vivir a los personajes a otro sabor más amargo y casi triste, donde las expectativas se ven reducidas a muerte en unos casos, a volver a la casilla de salida en otros o a reinventarse cuando lo que te vendían no era lo que uno creía. A veces es una narración en tercera persona, otras en primera, otras es epistolar y otras es flujo de conciencia. Como se ve, una amalgama de sentimientos cruzados.

Al inicio hay una sorna constante en las observaciones del narrador que le dan al relato un estilo muy atractivo y nos recuerdan a otras obras literarias de los Balcanes donde la gente ya está un poco de vuelta de todo y, pase lo que pase, se mantiene el humor como última esperanza. No deja que perdamos la perspectiva realista de las cosas: el cómo son difiere a como nos la pintan. Esas ironías funcionan de escudo frente a los idealismos de este inversor y su acompañante, Oleg y Nicola. Un ejemplo claro es la forma en que el narrador se ríe de la palabra empresario a través de la conversación entre el dueño del bar El lago azul y Nicola.

Los primeros planos de cada personaje en unas circunstancias cambiantes son extraordinarios. Teniendo en cuenta que estos ciudadanos en pleno abandono social se están buscando la vida, los escenarios de cada uno son variopintos: en su piso, en el piso de su ex en un país nórdico, en Tiflis, en la fábrica, en un bar, en una fiesta (Oleg y muchos otros han pasado de los porros a la coca)... todo muestra unas experiencias entre la ironía del sistema (el socialista y el capitalista) al que todos se intentan adaptar a velocidad récord, y las miserias de sus vidas afectivas o tan solo sexuales, que, por otra parte, también sacan alguna sonrisa. Todo es una tragicomedia por la forma pero muy seria en el fondo.

A veces esta sorna contra el capitalismo se entrelaza con historias más personales, como la relación de Seila y Michael: una chica del pueblo N, donde se construye la turbina, y un negro norteamericano. El producto del capitalismo y el del socialismo en íntima relación: ella hace preguntas incómodas que a él lo ofuscan, porque trabaja expandiendo las privatizaciones en los países del Este europeo. Junto a esto, se deslizan pasajes de esta relación amorosa que dejan un sabor agridulce: amantes que todavía no saben, por separado, quienes son. Uno es su trabajo, ella un desarraigo. Pero no se pueden definir en positivo.

Me maravilla ese estilo en que una frase me llama la atención, y luego viene otra, y otra: tiene un montón de frases memorables, tanto en diálogos como en párrafos. Acertadísimas en su contexto. Pocas veces me encuentro libros así.

Diálogos desenfadados, sin circunloquios, espontáneos. La gente es desnudada por el narrador con una naturalidad desarmante, sin concesiones a la autocompasión de estos perdedores del sistema socialista y también del capitalista al que unos miran de reojo, como casos perdidos, y que otros tratan de atrapar con desespero. Tal vez, en ese sentido, el personaje más interesante sea el ingeniero Sobotka.

La gracia de este argumento es que los obreros de la fábrica de turbinas se autogestionan: lo consiguen con el amparo del modelo capitalista representado por un dueño turbio, Oleg. Es lo que los comunistas no consiguieron nunca, que los obreros se organizaran en el trabajo sin dejar de ser productivos. Ellos hablan de sus miedos, de sus dudas, de su futuro, y del amor. Especialmente del fracaso del amor que es una forma de entender el fracaso del socialismo en las vidas de los obreros. Han construido una turbina por un salario y una autogestión del trabajo. Como esta primera turbina se pierde, acaban construyendo otra sin que les paguen, solo por amor al trabajo autogestionado.

No sería una historia balcánica si no tuviera sus escenas realmente surrealistas. Una de ellas podría ser la del monte de los peludos, donde no hay calvo alguno. De traca esa conversación por demás realista pero loca a la vez.

En definitiva, un libro sorprendente y recomendable. Ya había visto la serie en Filmin, que es buena, pero el libro es mucho más.

 

martes, 16 de septiembre de 2025

UN ADOLESCENTE EN LA RETAGUARDIA, de Placido Maria Gil Imirizaldu

 UN ADOLESCENTE EN LA RETAGUARDIA, de Placido Maria Gil Imirizaldu


Buscando recuerdos de la gente que pasó por el siglo XX español, encuentro un ejemplar que viene a cubrir la carencia en mi biblioteca de memorias del bando nacional o de simpatizantes del franquismo en este blog. Sí había leido algunas que no he reseñado, pero esta historia en concreto es peculiar e importante. Por un lado el autor era un chaval de 16 años al que le tocó el 18 de julio de 1936 estudiando teología en el convento de los monjes benedictinos del Monasterio de El Pueyo, Huesca. De familia navarra (Lumbier) era una vocación muy clara que las vicisitudes de la guerra civil no impidieron. Como él mismo cuenta, le sirvió para tenerlo más claro el día que regresó a la clausura del monasterio de Valvanera cuando cuando aún no se podía llegar en coche. Acabó sus días en otro monasterio, el de Leyre, donde compré este ejemplar.

Fue testigo de un hecho brutal: el asesinato en Barbastro de los monjes de su monasterio (18), de escolapios (9) y de los claretianos (51) de la ciudad. Los culpables fueron los anarquistas, que se cebaron con estos hombres por motivos ideológicos. En realidad, mataron al 10% de los vecinos. Una sangría, incluida la del obispo. No se lo merecían. Desde luego, los benedictinos no tenían ni propiedades extensas ni habían cometido delito alguno. Y supongo que el resto tampoco. Placido, que se cambió de nombre por el de Miguel al hacerse monje, describe el horror de las sacas de religiosos, que algunos se escaparon por ser argentinos, y los más jóvenes como él por ser menores de edad. Tengo una anécdota propia al respecto, y es que hace unos 20 años un amigo me contó esta historia de los monjes de Barbastro: fui al colegio de los claretianos. No había  visitas en ese momento a los lugares que se conservan del edificio con las marcas de aquellos sucesos en las paredes, pero conseguí que un monje navarro me lo enseñara y me contara esta historia incluso mejor de lo que se cuenta en este libro. Recuerdo cosas que el autor no dice. Por supuesto, allí mantienen el recuerdo de los asesinados como martires. El autor lo escribió muchas décadas después.

En mi caso, tenia interes por esta historia tan dura. En el libro Placido cuenta cómo hizo para sobrevivir después hasta regresar con su familia, que lo daba por muerto, hacia el final de la guerra. Mientras sobrevivió porque no dejaba de ser un chico sin nadie a quien acudir, sin familia cercana, bastante verde en las cosas terrenales. Así que se tuvo que poner las pilas y salir adelante con la simpatía que suele concitar la gente asi, buena pero desamparada. Placido reconoce que aunque esta gente fuera simpatizante de la república, no merecía la suerte que se estaba llevando. Lo mismo que cuenta alguna calamidad del ejército nacional, como lo es utilizar a los civiles como escudos humanos. Su corazón está con los nacionales, pero sabe lo que está mal, y aun mejor lo que está bien. No parecía bueno estar ocioso cerca del frente de guerra, dependiendo de la gente que asesinó a sus amigos, así que tomo los trabajos que se le fueron presentando de manera que le alejaran de los tiros. Conforme el bando nacional expulsaba de sus posiciones a los republicanos, Plácido también dejó su trabajo de camarero en Calpe y acabó en Lérida ayudando en la granja de una amplia y fraternal familia, a la espera de que alli tambien llegaran los sublevados y poder regresar con su familia y su orden religiosa. El enclave era Poal, en el Pla d'Urgell. Unos días de salvas de artillería y combates aéreos y es lo que ocurrió.

Para algunos lo más sobresaliente es la causa mártir, el aspecto místico, de la que Plácido fue testigo. Para mi no. Lo que he buscado son las experiencias de vida de Plácido, incluidos los asesinatos de Barbastro, los bombardeos, los ejemplos de curas que renuncian a su religión o los que la mantienen, la vida de los civiles, los movimientos de tropas en la retaguardia... Ha habido comunistas que murieron defendiendo sus ideales y a sus compañeros. Lo mismo ocurre siempre con gente muy ideologizada. ¿Fanáticos? En cualquier caso nada justificaba lo que hicieron a estos monjes, ya fueran fanáticos de su fe o no. De serlo era su problema. Lo que parece claro es que la gente que los asesinó sí eran fanáticos, en este caso anarquistas. Como el hombre que matara a un conocido de su pueblo solo por ser rojo (algo típico de Navarra donde no hubo guerra pero si represion, y bien dura), así lo cuenta también. Hicieron algo imperdonable. Algo que no se justifica porque en esa guerra, antes y después de ella, se hicieran cosas lamentables, por un motivo o el contrario. Lo que está mal, está mal lo haga quien lo haga. Y se cuenta.

Se nota que Plácido escribió desde su mentalidad de monje, en la que muchas cosas, como los usos y costumbres de un religioso, tenían un peso importe. Desde mi punto de vista es desmesurado, cosas que para muchos son una barrera entre ellos y cualquier dios o trascendencia. Hábitos de vida por los que unos perderían la vida y a otros les parece incomprensible. El chico que lo vivió en el 36 no es el hombre que escribió en 2006. Siendo honestos, y sin salirnos del marco temporal, no puede ser de otra manera que hacer las reflexiones de aquel chico, lo que vio, escuchó y pensó. A eso se atiene, y me alegra esa honestidad. Las reflexiones posteriores tienen otro libro, no este, y también están en la librería del monasterio de Leyre.

lunes, 15 de septiembre de 2025

UNA BENDICIÓN, de Toni Morrison

UNA BENDICIÓN, de Toni Morrison 


Una bendición (2009) es muy distinta a las primeras novelas que escribió Morrison, pero no tan diferente de Beloved. Por que es una novela histórica (finales del siglo XVII), con aventuras (los viajes de sus protagonistas, o una caza frustrada de una osa a dos esclavos blancos) y una interpretación de los valores sociales de Maryland y, por tanto, de las Trece Colonias: la industria de la esclavitud, la función social del sistema de grupos religiosos (católicos, protestantes, baptistas, etc) a cual más sectario, el racismo que lo impregna con sus variantes y matices. Y después la madre Naturaleza zarandeándolos a todos por igual.

El asunto que trae de cabeza a los personajes es el estado de la granja, el negocio de Jacob Vaark que la viruela ha asolado: ha muerto el patrón, y queda por salvar a su mujer Rebekka, en estado crítico. Para ello envían a la negra Florens a por un herrero que es también "médico". Por tanto, tenemos un matrimonio con tres esclavas de diverso origen (Lina, Dolor y Florens), dos esclavos blancos (Willard y Scully) y cuatro tumbas cercanas (los hijos perdidos). El relato unas veces sigue a Jacob. Otras veces se mete en la mente de una india esclava de Jacob, Lina, muy perspicaz y sobre la que realmente reposa la organización de la granja. Pero también está Dolor, no muy lista. Hay mucha animosidad entre los adeptos católicos y los baptistas; a fin de cuentas, esos colonos son variopintos coletazos de las Guerras de Religión que por entonces acababan en Europa. Cuando Jakob muere la comunidad de colonos les da la espalda por ser librepensadores: sin afiliación por religión, país de origen o trabajo. La autora nos hace sentir todo el peso de la incertidumbre de los esclavos que, sin el refugio de una estructura protectora (Jakob parecía un buen amo) pueden caer en los engranajes de un sistema capitalista brutal. 

Los temas son variados, a veces Rebekka y Lina hablan de Dios (desde la precariedad de sus vidas), a veces se nos describe la sociedad inglesa del siglo XVII (en las colonias y en Londres como comparación), de una brutalidad que sonroja frente a los peligros de las colonias. Habrá amor entre un par de personajes y fanatismo dentro de ciertas sectas religiosas.

No solo la gente de color es la esclava, también los europeos pobres (Scully y Willard) que, al llegar, tienen una deuda por el pasaje que les mantiene en esa situación hasta que la saldan. Incluso esas deudas se heredan, o incluso se puede alquilar a un hijo para pagar una deuda durante años. Un mundo escalofriante. 

El viaje de Florens en busca del herrero, de quien está enamorada hasta el aturdimiento, es la última esperanza para los habitantes de esa granja. Aunque no todos en esa casa lo ven así, y he aquí un nuevo conflicto en esta historia. Lina, por ejemplo, hace comentarios muy agudos sobre el mal que arrastran los blancos desde Europa y el mal que reproducen en lo que fue su tierra y de la que está expropiada material y emocionalmente. Lina es de una tribu india arrasada. Florens, sin embargo, se siente, y lo cuenta con un lenguaje muy poético en primera persona, otra expropiada de si misma, endurecida tanto como enamorada. Aún dispuesta a un futuro mejor por su juventud. Dolor también va adquiriendo con el pasar de las páginas su propio discurso. Rebekka, Scully y Willard lo adquieren en menor medida. En realidad, cuando entramos en la intimidad de los esclavos de Jacob, que al menos ocupan un capítulo por cada uno de ellos, estamos entrando en la intimidad de los mas desfavorecidos entre los desfavorecidos del sistema colonial. De eso va el libro, de esa industria de la deshumanización. Y no solo lo circunscribe a Virginia o Maryland, también a sus precedentes en Inglaterra o sus espigones entre los mismos negros que venden a otros negros en África. 

Hay dos ideas que levantan el relato: la esperanza puesta en el herrero para que las esclavas no cambien de manos y vivan mucho peor. Y el hecho de que las relaciones sexuales están por todas partes. Las mujeres lo necesitan para sobrevivir, los hombres lo hacen porque pueden. Las esclavas son violadas, no les queda más remedio. Aquí no hay diferencia social que evite la violencia sexual. Se hace y punto. En el relato se llama corrupción: del alma? De las costumbres? Del sistema? De todo un poco. También queda evidente que el origen de la orgullosa e incipiente economía de América es muy censurable. En nada mejora el peor ejemplo europeo pues sigue habiendo menos no esclavizados. La mayoría de los colonos libres se dibujan como corruptos y fanáticos muchas veces. 

Todo lo susceptible de ser utilizado se esclaviza, da igual su color o procedencia.  Tal vez por efecto de la religión, la vida se defiende. Pero a partir de ahí, el cómo esta vida se desarrolle queda a merced de la suerte que te toque en vida. Parece ser esto una veda abierta para cometer todos los maltratos posibles al prójimo. El concepto de familia que, en el mejor momento de la granja de Jacob, mantienen sus integrantes, se descompone en el momento en el que muere el patrón. Jakob los ha reunido desde distintos orígenes entablando una convivencia no igualitaria pero sí conveniente. Al faltar Jacob, se abrió la veda. 

El libro comienza con un discurso Florens muy enigmático. Me gustó volver a leerlo acabado el libro porque lo entendí mejor. Morrison suele empezar con capítulos desafiantes. Luego, en el segundo capítulo, Florens es elegida por Jacob en unas determinadas circunstancias y el libro acaba con la madre de Florens alentando la vida y la felicidad de esta hija con su propio sacrificio, el de su propia maternidad sobre Florens en un recuerdo del embarque en la costa africana, su llegada a Barbados y su posterior traslado a Virginia, adquirida para la industria del tabaco. Tanto en el primer como en el último capítulo, asistimos a la descripción de la esclavitud desde la intimidad de una esclava con un profundo lirismo. Es una humanización de los esclavos de cualquier color que no termina nunca de llegar al resto de oprimidos porque este sistema de explotación agropecuaria, en los orígenes del capitalismo, lo bloquea. 

Morrison, al llevarnos a estos emplazamientos geográficos, parece escenificar las dos teorías que ayudan a explicar como lo blanco ha impuesto sus normas al resto de personas de otras culturas y color de piel: unos lo explican desde los valores sociales de la inglaterra isabelina, es decir, un origen extranjero. La otra teoría lo explica como mecanismo para que esclavos negros y esclavos europeos nunca se unieran contra la clase dirigente, sino que la rabia de unos se dirigiera contra la clase social paralela, no la de arriba. Morrison lo ha clavado con la excusa de la religión por medio. Tras la rebelión de Bacon de 1676, la Asamblea de Virginia aprobó unas cuantas leyes destinadas a fomentar el desprecio de los blancos por los negros y los indios. Dichas leyes no mejoraron sustancialmente la vida de estos pobres blancos, pero les daba ventajas de prestigio y sociales frente a negros e indios al alinearse junto a sus patronos anglosajones. En mi humilde opinión, creo que así se entiende gran parte del libro, porque desde esa esa estructura de diferencias clasistas ella va tejiendo la madeja de intimidades personales entrelazadas dentro de la granja.

domingo, 14 de septiembre de 2025

MI PATRIA ERA UNA SEMILLA DE MANZANA, de Herta Müller

MI PATRIA ERA UNA SEMILLA DE MANZANA, de Herta Müller

Tenemos la biografia de Herta Müller (1953) a modo de preguntas que su interlocutora le dirige y con las que ella se explica a sus anchas. Creo que es un libro estupendo para aclarar muchas cosas de esta gran escritora, tan peculiar. El interés, en mi caso venía por conocer más su vida. sus orígenes, qué piensa de Alemania una vez exiliada. Muller nos habla de su infancia, de cómo se avino a darle vueltas a las palabras, a comparar las mismas con su equivalente rumano. De su adolescencia, de sus padres, del ambiente del pueblo y su marcha a estudiar a Timisoara. Después llegan los años de trabajo y el segundo gran encontronazo con la vida: el choque con el estado en forma de agentes estatales de seguridad nacional. Por rechazar la extorsión su vida se volvió altamente tóxica pero también originó su primera novela, En tierras bajas. Y así hasta que pasa por el centro detencion de Nuremberg, primera parada del exilio, para no regresar a su país mientras todo fuera igual en Rumania. Echa pestes de este país, ella puede hacerlo, lo ha pagado de sobra.

Lo otro que me ha gustado es la forma en que desvela el origen de su narrativa. A veces resulta difícil leer sus libros, pero es que hay un trabajo poético y una selección de palabras tan trabajada que merece nuestra atención, y mi admiración. Müller da lecciones de narrativa y de vida sin pretenderlo. Digamos que si ganó cosas por el camino, perdió muchas otras: indudablemente valora la libertad sobre la necesidad, eso en un régimen comunista más cercano a Corea del Norte que a la URSS. Un régimen que convertía lo más personal de una persona en algo tan político como un titular de prensa. Una invasión de la intimidad brutal. A veces me ha recordado cierto rasgos actuales de los EEUU o de la tecnología actual que anula el sentido de la privacidad.

Sus novelas, poemas y collages caminan sobre los obstáculos oficiales y oficiosos hacia la libertad interior y la exterior, huyendo de la intimidación y la sensación de vivir insensibilizados o en peligro constante por su vida. Busca la belleza de la frase en medio de la uniformidad oficial que se exige, lo cual era la manera de tener bajo control el miedo que sentía. Es capaz de descomponer una imagen en detalles concretos para darle la vuelta a la imagen. Desmitifica algunos de los tópicos acerca de los escritores y los libros ("la literatura no cura nada, lo que no me queda más remedio que hacer es mirar las cosas cada vez con ojos distintos". Una frase más real que las almibaradas bobadas de las redes sociales. Una frase antiinstagram. Me encanta y la hago mía: "Conservar la integridad en el ámbito privado implica fracasar en el ámbito público"). Da parte de algunos de sus libros, y eso es bastante estimulante para contrastar con las ideas que he sacado de alguno de ellos.

"La Mirada Distinta es para mí la mirada víctima de las amenazas, la forma de mirar desde el miedo. Y tal vez no implica solo el miedo, sino también la sensación de estar completamente desamparado porque nada se puede dar por seguro. Porque te ves obligado a analizar el fondo de las cosas hasta a tal extremo que luego no alcanzas a levantar la cabeza. Porque ni un solo instante de tus días transcurre con naturalidad y sin trabas. Porque llegas tanto al fondo de las cosas que luego siempre estás demasiado hundido en ellas. Y yo todo eso ya lo traía conmigo desde Rumanía."

En definitiva, Herta Müller es una de las escritoras que con más certeza del valor y de las herramientas de su trabajo he conocido nunca. Dices cosas buenas de ella, y te quedas corto o te olvidas de algo aún mejor que lo ya mencionado.

viernes, 29 de agosto de 2025

EL ORIGEN DE LOS OTROS, de Toni Morrison

 EL ORIGEN DE LOS OTROS,  de Toni Morrison

Tenemos un ensayo en seis capítulos que son otras tantas conferencias que Morrison ofreció en Harvard, año 2016. Si uno quiere saber algo más del pensamiento de esta escritora, de forma llana y directa, este es su libro de unas 110 páginas. Algunas de las cosas que cuenta ya están en otro libro llamado La fuente de la autoestima.

En el Origen de los otros habla de algunas experiencias vividas, de lo que quería transmitir en algunos de sus libros a raíz de ciertas historias que supo. Ejemplo de esto último es el origen de Beloved, nacido de una historia impresionante. Habla de raza, racismo y de segregación racial, superioridad racial. Pero mi interpretación de sus palabras saltaron a otro nivel cuando cambié, en mi cabeza, segregación racial por segregación cultural. Entonces el significado se amplió con una mayor gama de situaciones sociales y sus efectos se me acercaron mucho más. Es lo que tiene leer.

Otro concepto muy usado por Morrison es el del otro, hacer del otro un Forastero para no tener que apiadarse de él. Esto supera los colores de piel, por supuesto, pero de alguna forma se aprende. 

Otros aspectos recogidos en estas conferencias: el poder de la imagen y la representación mediática de todo esto. La necesidad de encontrar un enemigo que deshumanizar y destruir a la vez por todos nuestros miedos e inseguridades. La globalización que nos empuja a una condición de extranjeros allá donde estemos, y extranjeros de nosotros mismos pasado el tiempo. Utiliza sus novelas para darnos una idea de como nos sugiere todo este mundo de ideas.

Contra todo esto está la literatura ofreciéndonos la posibilidad de estar en la piel de ese otro, ese Forastero.




jueves, 28 de agosto de 2025

SULA, de Toni Morrison

SULA, de Toni Morrison

Es una novela centrada en dos mujeres, Sula y Nel, dentro de una comunidad negra en Medallion, una supuesta ciudad de Ohio, EEUU. Su amistad es la que acapara nuestra atención porque evoluciona desde la niñez hasta entrada la edad madura. Viven desde niñas muy unidas hasta que la más prosaica de ella se casa casi por inercia dentro de las muy limitadas posibilidades de la población negra de la primera mitad del siglo XX.

Se puede decir que tiene pinceladas de costumbrismo de estos barrios pobres de la primera mitad del siglo XX, donde el comienzo con el soldado Shadrack ya refleja la dura vida de esos hombres allá donde les toque. Este hombre también acompañará a Sula como uno más de esos individuos "echados a perder" para la comunidad, aunque es aceptado como algo normal que sucede en el orden social por un motivo u otro: alcoholismo, locura, tres hermanos muy frikis... El caso de Sula es el de una niña que nace en el seno de una familia donde la abuela ya es un poco así, es la dueña de la casa donde viven. La madre de Sula, Hannah, muere dolorosamente, y su tío también, de forma parecida pero intencionada y malévola. Sula desaparece por 10 años y cuando vuelve no es la chica que Nel conoció sino una mucho más libre y transgresora que ella. Tanto que se gana el odio de toda la comunidad.

De Nel adulta, ¿qué decir? Se dedica a cumplir. La confianza con esta Sula que vuelve con los años se rompe cuando la traiciona. Nel se siente dolida y, hacia el final del libro, le pide explicaciones de por qué traicionó su confianza. Sula no deja de llenarla de interrogantes y, en última instancia, de remordimientos: ¿quien fue mejor de las dos? Ahí queda la pregunta pese a que Sula rompió su matrimonio. 

Hay dos temas importantes aquí: el tema de la sexualidad, bastante evidente en cuanto a la tibia moralidad de Sula y su madre, practicada de forma diferente y con muy diferentes apreciaciones dentro de la comunidad según sea una u otra. El otro tema es el del concepto de mal visto desde una óptica negra: los negros lo viven de una forma que poco tiene que ver a como lo viven los blancos, el mal dentro de su comunidad es una fatalidad que no se combate de ninguna manera. Hay una serie de sucesos entre mágicos y místicos. Sólo se sufre y se sobrevive a ellos como a una maldición bíblica de la que es imposible escapar. En uno de esos sucesos críticos, un chico vecino muere a causa de ellas. Ese será un secreto que las une para siempre tanto como las separa. Ahí están esos personajes siempre borrachos, o lisiados de por vida, mujeres engañadas, etc. Pasan cosas extremas como las heladas invernales, pero el verdadero conflicto surge cuando Sula vuelve de la universidad: hace cosas que otras también hacen, pero de una manera imperdonable. Sula es una mujer empoderada, es decir, que no se disculpa ni pide permiso. Tiene sus razones y pone sus límites. No le importa el que dirán, empezando por Nel. Eso la hace diferente, no se vuelve ni sumisa ni acata los sempiternos relatos justificativos dentro de la comunidad, esos que se heredan como un rasgo más de la piel. La gente le toma inquina, por supuesto. Ella se vuelve arrogante, y allí donde se mueve con seguridad, por ejemplo en cuestión de sexualidad, el vecindario se muerde las uñas. Los matrimonios son ataúdes almidonados y los hijos sólo una carga en esa comunidad. Pero solo a ella se le ocurre no casarse ni tener hijos.

Sula muere, pasan los años hasta 1965 y con ellos Nel comprende que lo mejor que tuvo en la vida no fue otra cosa que la amistad de Sula por encima de las diferencias que tuvieron. Es un final triste. Pero ahí está uno de los mensajes de esta novela: ¿qué es bueno, qué es malo y para quién? Cuando se conocen las personas a fondo, no hay una respuesta simple a eso. Mientras hubo amistad lo malo no era tan malo, lo bueno se podía compartir. Eso suponía mucho en una sociedad tan difícil como aquella (y en cualquier otra). 

Me ha costado entrar en el libro, de manera que, al principio, me pareció el más flojo de los leídos hasta ahora de Morrison. Pero luego mi percepción cambió. Noté que era otro lenguaje el empleado en esta su segunda novela de 1973, entre Ojos azules y La cancion de Salomon. Aquí los hechos son muy simbólicos, también los objetos, los lugares que ocupan los personajes en la comunidad. De repente me pareció una novela más áspera y profunda de lo que creía, con más trabajo de interpretación por mi parte. Una novela de ideas sustanciadas en personajes, objetos y situaciones de forma llamativa, dando lugar a diálogos que son claves en la novela, pero no a grandes efusiones sentimentales. Ejemplifican las ideas que quiere Morrison y sobra lo demás (hablamos de 200 páginas). Símbolos son la muerte del chico y el hoyo excavado, según se describen, y se entienden como pecado, muerte, pérdida de la inocencia y de una sexualidad sana. Las decisiones de Nel, aunque sigan las normas de la comunidad, no la hacen mejor que Sula. Shadrack recuerda con su vida la capacidad autodestructiva de las personas aisladas. El empieza y acaba el relato. La maternidad es difícil en estas mujeres, los complejos maternos parecen ser heredados por las descendientes. Los petirrojos anuncian acontecimientos como la idea que tiene la comunidad de Sula, de ser una bruja. La noche expone los miedos ante los ojos. La suciedad de la casa se asocia al mal y la inocencia sexual perdida. El viaje de Nel para el funeral de la abuela es una primera toma de contacto con el mundo que le espera y con la vergüenza en adelante de ser quien es. Al conocer a Sula sabe que, con ella, puede superarlo. Al final comprende lo que perdió al perder su amistad. Las apreciaciones del valor de las tierras donde viven los negros harán que estos se muevan a donde menos valen, según el valor que les den los blancos en cada época, y eso se simboliza con el nombre que se da a los barrios. 

Otra interpretación que se hizo en los 70 de esta obra es la relación lésbica entre Nel y Sula. A mi no me lo ha parecido, pero no seré yo quien diga lo contrario.

En conjunto me parece una obra con los mismos parámetros que las demás de Morrison, aunque más cerebral. Es decir, en comparación con las otras novelas que conozco, con personajes menos aprehensibles, menos libres de ser. Parecen perfilados para encarnar unas ideas, y no al revés. Bajo esa complejidad simbólica no aprecio esa vida humana a ratos más ligera y simple, menos dedicada a demostrar algo que la autora tiene en mente. Tal vez la técnica evidente haya convertido el relato en un conjunto de ideas, muy interesantes pero muy frías. Una exposición novelesca de ellas. Y, sinceramente, no termino de entender toda la simbología, por ejemplo la del Dia del Suicidio. Tal vez no la tiene de manera premeditada. Sin ser el mejor, me parece, con todo, un buen libro: complejo, interesante y de los que un lector puede disfrutar estando muy atento a las interpretaciones

miércoles, 27 de agosto de 2025

ROBESPIERRE, de Colin Jones

ROBESPIERRE, de Colin Jones 


Este es un libro sobre una época fascinante, desde la biografía de un tipo interesantísimo como Robespierre y escrito de una forma muy atractiva. Vamos, que es de los que no he podido soltar de las manos hasta acabar con sus 500 páginas.

El libro tiene dos formas de entrar en la Revolución Francesa: de una forma panorámica, pero también hay una vista al detalle. Hay una vista panorámica de la evolución de la revolución, de quien era Robespierre, de la naturaleza del Comité de Salvación Pública (CSP), etc, pero también de lo que pasó en fechas señaladas, lo que hicieron determinadas personas en determinados días (Robespierre y otros), de la función del Club de los Jacobinos, de las enemistades dentro de la Convención, etc. El hilo conductor que une las 24 horas del 9 de termidor que el autor nos describe es Robespierre: un abogado de Arras, no especialmente brillante salvo en intrigas, fanatismo y oratoria. Carece de muchos conocimientos, militares especialmente. Pero también de lo que hacen otros funcionarios como los enviados a las provincias para evitar secesiones, o los funcionarios de la Comuna de París. Con un currículum impoluto en cuanto a corrupción (es el Incorruptible), se permite amenazar a quienes se oponen a sus planes. Incluso dentro del CSP y de su agrupación política, los Jacobinos. En París son medio millón, y hay unas 100 cárceles en aquel momento. La guillotina trabaja todos los días.

El desarrollo de ese dia, 27 de julio o 9 de termidor de 1794, tiene como una primera parte de 12 horas, desde las 00.00 horas, en que el autor nos sumerge, y esa es la palabra, en lo que venía pasando hasta entonces en París, en Francia y sobre todo en esa especie de parlamento nacional llamado la Convención. Conforme pasan las horas de la madrugada del dia 27, asistimos a la presentación de los protagonistas de esta historia: quienes son, que vida llevan en la capital, sus orígenes y sus filiaciones políticas. Muy importante su currículum durante el Antigua Régimen y en las sucesivas movidas francesas: 1789, 1792, 1793. Donde estaban cuando cortaron las cabezas de Luis XVI, los girondinos o la de Danton. Luego está la visión más general de la Convención, la Guardia Nacional y otras instituciones que tendrán un relevante papel en este drama.

Porque el drama en si mismo empieza con la expulsión tumultuosa de Robespierre a mediodía de ese 27 de julio, junto a sus 4 compañeros más, de la Convención, su arresto, su conducción a la cárcel, el motín de la Comuna de París que consigue liberarlos y de cualquiera que se hubiera relacionados con estos jacobinos. Son las siguientes 12 horas en que el acusado de tirano y los suyos terminan al final del dia a buen recaudo antes de recibir la misma medicina que ellos llevaban aplicando a sus vecinos desde hace muchos meses: descabezados.

¿Por qué pasó todo este jaleo? ¿Cómo se llegó a poner en jaque 6 años de revolución en un solo dia? No en vano se le llamaba el Incorruptible: no solo porque no robara, sino porque su forma de hacer política era que se hacía lo que el pedía o se lo acusaba de contrarrevolucionario. Es sinónimo también de intransigente, hasta el punto de amenazar a quien se le opusiera de acabar en el Tribunal Revolucionario (al que se le pedían un mínimo de 50 guillotinados por dia). La oposición a Robespierre y su grupo del Club de Jacobinos le acusaba de querer convertirse en tirano. El caso es que había mucho recelo entre unos grupos y otros en la Convención, y alguno, llevado por auténtico miedo decidió adelantarse a la muy posible purga anunciada por Robespierre. 

El estado soy yo, decía Luis XIV. Marat se decía el amigo del pueblo. Y Robespierre se identificaba con él: el pueblo soy yo. No se cambian las actitudes de la noche a la mañana.
Hasta el dia de su muerte, Robespierre tenía multitud de seguidores y espías por toda la geografía. Uno de los admiradores era Napoleón. Uno de sus enemigos, el temible Fouché.

¿Eran ciertas estas confabulaciones para convertirse en Tirano Robespierre? ¿Eran contrarrevolucionarios los que asi le acusaban al líder del Terror? Pero, de dónde viene eso de la época del Terror? ¿Es justa? Que se buscaba proscribiendo a Robespierre en realidad? ¿Como se concebía entonces el poder en esta nueva forma de gobierno tan revolucionaria? ¿Qué papel desempeñaron las masas parisinas en esa jornada? A todo ello responde el autor con muy buen criterio, un conocimiento profundo de las fuentes y una elaborada meditación de todo lo que nos va contando y que nos brindará en el Epílogo, que es imperdible.

Son muchos los detalles y anécdotas aportadas. Este es uno de los días y acontecimientos del siglo XVIII del que se tienen más fuentes porque fue uno de los que mas impresionó a los franceses del momento. Al pasar de las horas saca a relucir determinados aspectos de la misma Revolución: a las 3.00 de la madrugada se nos cuenta que se hacía con los cuerpos de los guillotinados, como el de la princesa de Mónaco, para ver también cómo se tomaban el final de sus días tras la sentencia del Tribunal Revolucionario. De igual manera, con ejemplos de presos, se describe el sistema carcelario para unos 8000 en ese 9 de termidor. El miedo a las sacas desde la cárcel para el Tribunal, a las matanzas cuando las asaltaba la población, porque eso del Terror se justificaba porque el CSP hacía de brazo ejecutor de lo que el pueblo, de vez en cuando, le daba por hacer y que todo el mundo temía por su descontrol. Al estilo de la toma de la Bastilla.

A las 5 y las 6 de la madrugada nos enteramos de cómo se vivía en París a esas horas, que siendo 27 de julio ya había amanecido. Y que Robespierre era más liberal que las bases de sans-coulottes en las que se apoyaba. De hecho estos le presionaban para que interviniera los precios vista la cantidad de gente haciendo cola para recibir comida: se pasaba hambre. La inflación, la carestía y la opinión crítica del pueblo frente al CSP por su política en favor de agricultores y pequeños empresarios sobre el obrero y la clase baja. No me pareció muy radical la Convención, ni Robespierre, en temas económicos. También se habla de cómo influye la guerra de Francia contra la Europa del Antiguo Régimen (el resto del continente). Se comenta quienes eran las personas mas cercanas a Robespierre esos dias.

A las 8 conocemos la libertad de expresión en la prensa y el teatro además de sus trabas. A las 9 sabemos que hay un heredero de la corona, un Capeto txiki, en la cárcel del Temple, muy vigilado. En cuanto a la Guardia Nacional, lo sabremos todo: origen, función, su papel en la captura de los girondinos y su cultura mucho más democrática que la de otras instituciones. Ahí no pueden entrar los espías del CSP. Robespierre, curiosamente, es un hombre que divide a los hombres entre razas puras y razas impuras, según le apoyen o no. Ahí lo dejo.

¿Como un tio tan conspiranoico como Robespierre, al que todo el mundo tenia miedo porque se suponia que manejaba los hilos del poder como nadie, cae en cuestión de unas pocas horas? A eso responde el autor con toda su documentación bajo el brazo: discursos intimidadores, ausencias llamativas, confianza excesiva en sus fuentes (incluidos los espías), cagadas de sus colaboradores... Hay que leerlo: Colin Jones lo cuenta en tiempo presente según van pasando las horas, sin adelantarse a lo que ocurrirá después, dejando aquí y allá pistas jugosas que te hacen adivinar por dónde vendrán las bofetadas o los aciertos. Una cosa está clara, los aciertos de esta gente son muchas veces casuales. El autor nos lo cuenta como un thriller, y ahí radica el gran mérito de este libro: una historia estupenda, un conocimiento profundo y una redacción que te atrapa.

Los reyes de la intimidación y el complot, Robespierre y cuatro mas son detenidos. A partir de ahora todo corre mucho más rápido: idas y venidas de mensajeros por las calles del centro histórico, encarcelamientos súbitos, encarcelados que escapan, cañones apuntando a las Tullerías (donde se reúne la Convención), Robespierre acojonado, noticias falsas o mal interpretadas que unas veces favorecen a la Comuna, otras a la Convención... todo parece un auténtico vodevil con el atractivo de las manifestaciones de obreros por causa de los topes salariales. A veces me imaginaba el drama como una película de los Monty Python (un tío con un cartel de protesta por los salarios se pasea bajo el cadalso y las cabezas rebotando por el suelo...). Aunque la fuerza de la Comuna liberó a Robespierre por unas horas, él sabía que nada volvería a ser igual por falta de legitimación, aun venciendo a la Convención. Esta, por su parte, no supo lo cerca que estuvo de fracasar. La extinción de Robespierre fue democrática: cada sección política en que estaba dividido París tomó parte por la Comuna o por la Convención. Al principio se fueron con los primeros, pero conforme llegaba la noche del 9 de termidor, se fueron con la Convención. 

Más allá del final de los implicados, el libro termina con un estupendo epílogo. Por un lado hemos visto lo que pasó, toda una aventura. Está también cómo lo vivieron los protagonistas, especialmente los que sobrevivieron. Pero luego está el muy sibilino detalle de cómo lo trasladaron a la memoria colectiva los vencedores. Es aquí donde nos llevamos algunas sorpresas, de esas que después nos hacen sonreír cuando escuchas a periodistas hablar de la época de El Terror solo por lo que le han llegado de oídas, y sin mucho rebuscar. No es lo que parece a simple vista. Es otra más de las verdaderas lecciones de la historia con mayúsculas. Por ejemplo, instituyeron a un hombre que sería el precursor de Napoleón: Barras. Sin él, tal vez el resultado del dia 9 de termidor hubiera sido distinto. Esa figura de generalísimo no la olvidarían en la Convención. Otra consecuencia: Robespierre consideraba legítimo que el pueblo se echara a la calle contra una medida gubernativa y lo derrocara si hacía falta. Los que vinieron después, que llegaron al poder utilizando la Constitución de 1793, se encargaron de demonizar al pueblo de París por esa actuación con métodos muy expeditivos. Ahí empezó a fracturarse la unión del pueblo con sus representantes.

Los parisienses habían ganado mucho desde 1789, y eso salieron a defender. A partir del 27 de julio de 1794, la promesa democrática y el progreso social se destruyeron. No hizo falta para eso ni Napoleón ni cualquier restauración monárquica.