MAL DE ALTURA, de Jon Krakauer
Hay que tener mucha suerte para ser enviado a una expedición al Everest, subir a la cumbre por una la vía de ascenso en la que hay que hacer cola, sobrevivir a la catástrofe y regresar a casa de una pieza, preparado para dar un campanazo editorial de más de 4 millones de libros vendidos. Esta historia de 1996 es una de las que han contribuido a odiar entre el publico el alpinismo comercial, sin escrúpulos y solo por alcanzar prestigio personal. Asi se toma en demasiadas ocasiones la Cumbre del Mundo, como un galardón mas que distinga a unos sobre otros. Objeto de trofeo en la competición de la vida contemporánea. Jon se incrustó en la empresa comercial que lideró esa catástrofe.
llegando a la cumbre |
primeros auxilios de beck |
la cima del everest |
Jon llegó a la cima, era de los que iban mejor y pese a todo, la hipoxia que sufrió por no contar con más oxigeno en las bombonas, fue terrible. Las condiciones atmosféricas se volvieron espeluznantes, y los errores a miles de metros tuvieron efectos devastadores. Hubo casos de heroísmo al ayudar a los que peor estaban y casos, como el de los japoneses, en que su sentido del éxito pasaba por dejar en la estacada a los propios y a los extraños. Por eso la empresa de Everest es como la vida misma pero llevada al extremo. Para nueve personas, significó algo peor y definitivo aun a escasos metros de las tiendas. A otros los encontrarían después sentados, a medio camino, lejos aun del Collado.
Sin embargo, una vez acabado el libro, es inevitable preguntarse si, después de todo, la suerte de Jon para seguir viviendo es capaz de borrar otras penalidades: el remordimiento de poder haber hecho algo más, los problemas matrimoniales que conllevó. El interés del relato alcanza máximos cuando analiza las debilidades de las expediciones y sus lideres (Hall, Fisher, el sudafricano que no lo es o la expedición taiwanesa), cuando pormenoriza en los detalles, en la progresión de cada protagonista escalando y sus circunstancias a veces tremendas. La llegada al Collado Sur (7920m) es penosa, la situación de temperaturas gélidas y vientos huracanados pone a Jon frente a sí mismo: entre sus compañeros, la mayoria mal preparados, él esta solo, se siente solo, sin conexión con nadie de los que acampan para asaltar la cumbre de madrugada. Ninguno irá encordado a otro sino que luchará por su cuenta, con los sherpas más o menos atentos a la progresión de cada uno. Nunca se sintió tan solo. Al fin y al cabo, allí están por el dinero y por competir en mayor prestigio. Los problemas aumentan cuando falla el material, la coordinación de los sherpas, el retraso en el escalón Hillary. Para Jon la sensación de subir con guías es la de que se asegura más el éxito de la empresa a costa de no haber sido nunca tuya la cima por entero, y que se ha dejado llevar mientras otros toman las decisiones importantes. Y eso es un grave error en casos como el de ese día, 10 de mayo de 1996. El drama comienza el viernes, y el domingo empiezan a ser evacuados del Collado Sur. El libro termina haciendo balance personal de la experiencia, de aciertos y errores, de las secuelas entre parientes de los fallecidos y entre los superviventes. En la mayoría de los casos, todo parece estar en la zona más gris.
El libro es muy entretenido, eficazmente contado manteniendo la tensión de un thriller, y cualquiera puede disfrutar de él aunque no sea aficionado al montañismo pero sí a los buenos relatos porque posee buenos ingredientes: narrador implicado, heroísmo, mezquindad, hechos curiosos, lugar exótico, algo de sentimientos, dilemas éticos (¿intentar salvar a todos o solo a los que tienen posibilidades? ¿quién evalúa esas posibilidades? ¿y si se equivoca?), etc. Ingredientes de la ficción para unos hechos reales según su interpretación. Ya hemos comentado otro libro suyo aquí. Por otra parte, los problemas de masificación y la tensión que genera se siguen repitiendo con cierto parecido en las paredes del Techo del Mundo.
MAL DE ALTURA, de Jon Krakauer, año 1997. En Ediciones Desnivel desde 2008. 360 páginas.
1 comentario:
Hola,
Que bien ha escrito un libro sobre su experencia en Everest. Lastima que las expediciones ahora son tan comercializadas. Hoy en dia muy poca gente que suben y llegan al cima tienen la passion de un verdadero montanero. Pero estos picos sigue atraendo muchos aficionados del montanismo y eso es lo bueno.
Publicar un comentario