CORRER O MORIR, de Kilian Jornet
No hay mal que por bien no venga, dice un antiguo adagio. El caso es que hace poco leí que en España, con el tema de la crisis, la gente se había echado a correr al monte acentuando la tendencia de los últimos años. Los motivos eran unos cuantos: puedes hacerlo cerca de casa (en muchos casos), no requiere una inversión fuerte en material (basta unas zapatillas deportivas y no correr desnudo), haces mucho por tu salud, socializas con más gente, puedes sacar al perro también, etc. La prueba es que las revistas de running han crecido como las setas. Antes podía llamarse footing, yoging o carrera continua, pero esto de salir corriendo a toda pastilla metiéndote kilómetros sin parar en el cuerpo, montaña arriba y montaña abajo, eso que se llama ultratrails o carreras de montaña, tiene a una figura indiscutible desde hace pocos años. Es Kilian Jornet. Con él se demuestra que salir corriendo no es de cobardes, sino todo lo contrario.
El libro CORRER O MORIR es una invitación a comprender este mundo desde un punto de vista personal, subjetivo, pero muy pasional, plagado de motivaciones para concluir aventuras extraordinarias que, en su caso, el de la competición de élite, le lleva a viajar por los cinco continentes en busca de ese reto que le inspira a dejarse los pies en el terreno. El valor del libro está en cómo transmite las sensaciones que tiene, a lo largo de una serie de carreras concretas, en su cuerpo y en su cerebro. Ideas que surgen antes, durante y después y nos meten de lleno en la curva que toma, en la recta que enfila cuesta abajo por el bosque, en los saltos de un río que atraviesa, o la cuesta interminable y que le obliga a respirar de diferente manera para aguantar un ritmo ganador... Seguir el hilo de sus pensamientos para correr horas, días seguidos, no tirar la toalla en esos 50, 100, 270 o más kilómetros que el campeón va quemando a sus espaldas. Cómo se prepara, qué busca tras cada carrera, quien está detrás de él (las caras menos visibles de este deporte).
"Debo pensar que una carrera es un espacio cerrado, una burbuja. Y en esta burbuja solo existe la carrera, los demás corredores y yo....Una carrera es una vida, con un nacimiento al levantarse por la mañana y una muerte al cruzar la meta"
Kilian empezó en esto de la montaña porque sus padres tenían un refugio en los pirineos, así que desde pequeño empezó a subirlas, a hacer travesías, a esquiar y a competir con las cabras. Parece que la figura de su madre ha sido decisiva en iniciarse en esto, y definirse como persona madura, es decir, desarrollarse con los años a través de este ambiente. El caso es que se define como insaciable en la competición y hambriento de entrenamiento todos los días, con frío o calor, nieve o lluvia, con ganas o no también. Empezando sin medios, desde abajo, ha querido ser el mejor y llegar a la cumbre.
"... todo el mundo cuenta con su forma perfecta de correr. Encontramos la mía. Se trata de correr acorde con la naturaleza, intentando transmitir con mi paso lo que ella me transmite a mi."
Nos habla de ciertas carreras en concreto, como la Ultra Trail del Mont Blanc o la Tahoe Rim Rail en California, una carrera de 270 km en unas 45 horas más o menos. Estas carreras largas se hacen aun más largas porque siempre se equivocan de camino por algún motivo. Tampoco es que Kilian este solo del todo: él corre de principio a fin, pero tiene entrenadores que le acompañan a tramos, hacen de liebres, más médicos, fisios, gente que se ocupa de la logística y le acompaña en las competiciones y otros retos deportivos.
"Ganar no significa llegar en primera posición ... Ganar significa superarse a uno mismo y convertir los sueños en realidad... He visto a gente que, pese a llegar cuando los primeros habían tenido tiempo de echarse una buena siesta, se sienten vencedores, y no cambiarían lo que sienten por nada de lo que les pudieran ofrecer. Y los envidio, porque en el fondo ¿no corremos para eso? ¿para saber que somos capaces de vencer nuestros miedos y que la cinta que cortamos al cruzar la meta no está sujetada por azafatas sino que está situada allá donde nuestros sueños quieren? ¿La victoria no consiste en ser capaces de poner nuestro cuerpo y nuestra mente al limite para descubrir que estos limites nos han llevado a descubrir nuevos limites?"
Creo que es difícil decirlo mejor: por eso prefiero un intento a una montaña por mis medios que ha comprar los servicios de alguien para asegurar el éxito en la cima (pero a veces no queda otro remedio) Por eso prefiero renunciar a ella si no puedo conseguirla del modo que quiero, como me lo piden mis sueños y mi carácter, tiempo habrá de volver a intentarlo. Porque solo de esa manera hacemos de esta actividad un estilo de vida honesto. Es un pensamiento que no comparten muchos.
"Una carrera es como una obra de arte; es una creación que, a parte de la técnica y el trabajo, necesita de la inspiración para completarla satisfactoriamente"
Pero Kilian es humano. Ademas de correr la Transpirenaica (correr del Cantábrico al Mediterráneo por todos los Pirineos), tiene tiempo de enamorarse, sufrir calambres en las piernas, confesarse más alpinista que corredor, mostrarnos que las carreras y las montañas se suben porque sí simplemente, porque se disfruta enormemente, y que se logra igualmente con la cabeza o las piernas que con el corazón.
En definitiva, un libro al que se le echa de menos algunas anécdotas de sus aventuras, que es bastante introspectivo pero que parece honesto por cuanto nos cuenta en primera persona como vive y siente su pasión que es, además, su profesión: correr. A fin de cuentas, te lo cuenta el mejor.
CORRER O MORIR, de Kilian Jornet, 15ª edicion. Editorial Ara Llibres, año 2011, 190 páginas
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