Del libro de Jose Maria Guelbenzu, MENTIRAS ACEPTADAS:
"El paraíso, para mí, tuvo siempre la orilla del mar como referencia. Desde que tengo recuerdo, el mar es la alegría y no puedo apartarme de él, no puedo dejar pasar un año sin visitarle en cualquier lugar, en cualquier costa. No era solo el mar porque los días, largos de luz, daban para mucho entretenimiento, había excursiones a la montaña cercana, por el valle donde corría el río de agua limpia y guijarros pulidos, por las orillas henchidas de matorral bajo el pie de la arboleda que se reflejaba en los remansos..."
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