"No eramos los únicos aficionados. La joven Alemania también viajaba, pero alternando ya sus ataduras con el pasado y transformándolo en un mito de la tierra y de la sangre. Era la época de los Wanderervogel: nos los encontramos en todas partes, de a dos o de a tres, a pie o en bicicleta. Se reunían para cantar delante de los Deutsche Jugend Herbergen; siempre hacía uno que diriguay. Nosotros no pudimos establecer un verdadero contacto con ellos. Eran demasiado educados, demasiado tranquilos y al mismo tiempo desdeñosos, mal dispuestos hacia los extranjeros. Envueltos en unas mantas, escuchábamos en la sala común la respiración de los durmientes. El futuro estaba allí, en medio de esas camas. Ahora pienso que el vecino de mi compañero 'Elefante' podía ser ese futuro oficial de la Gestapo que más tarde debió torturarlo".
OTRA EUROPA, de Czeslaw Milosz
jueves, 26 de enero de 2017
OTRA EUROPA, de Czeslaw Milosz
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