EL VAGÓN DE LA CALLE MURANOWSKA. SANGRE Y ÁMBAR, de David Torres
"...en medio de la calle Muranowska se levanta, como una aparición surgida del infierno, un lóbrego vagón de tren cargado de cruces de plomo y de negras lápidas con la estrella de David. Dedicada a las víctimas del salvajismo ruso (desde los 21.000 oficiales ejecutados poco después de la invasión soviética hasta los cientos de miles de desaparecidos en el Gulag), resulta una construcción delirante y sobrecogedora que no aparece en casi ninguna guía de la ciudad. Los fantasmales travesaños llevan los nombres de las ciudades y las regiones que albergaron las prisiones comunistas, y los esbozos de manos y dedos humanos, aprisionados para siempre entre las tablas, expresan mejor que cualquier palabra la agonía atroz de tantos polacos fusilados, torturados y abandonados a un horrible exilio de hielo."
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