EMPATIA HUMANA. LOS CÍNICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO, de Ryszard Kapuściński
"Nuestro imaginario ha sido educado para pensar en pequeñas unidades: la familia, la tribu, la sociedad. En el siglo XIX se pensaba en términos de nación, de región o de continente. Pero no tenemos ni instrumentos ni experiencia para pensar a escala global, para comprender lo que significa, para darnos cuenta de cómo las otras partes del planeta influyen en nosotros o cómo influimos nosotros en ellas. En otras palabras, es muy difícil comprender que cada uno de nosotros es un ser humano que está conectado a otros seres humanos, que tenemos que imaginarnos a nosotros mismos como figuras dotadas de muchísimos hilos y vínculos que van en todas direcciones; para muchos es difícil aceptar esta realidad, y por eso vivimos con tantas tensiones, depresiones, tanto estrés."
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