EL CLUB DE LECTURA DEL FINAL DE TUVIDA, de Will Schwalbe
"Se había publicado unos meses antes, y mi madre tenía unas ganas tremendas de que lo leyera yo. Narrado en un gran arrebato prosístico, Man Gone Down se desarrolla a caballo entre la vida del protagonista cuando era un muchacho negro en Boston, inmerso en la violencia que reinaba en las escuelas obligatoriamente integradas, y Nueva York, donde está casado con una mujer blanca, es padre de tres hijos y solo dispone de unos días para evitar que sus vidas se vayan a pique.
- Seguro que lo devoras -me dijo mi madre-. Es un retrato asombroso de esta ciudad y del país entero.
-Lo devoré, y lo es.
Ahora tengo eternamente vinculadas en la imaginación las novelas de Bolaño y de Thomas, no solo porque son libros acerca de la desilusión crónica, sino también porque fueron los primeros libros que mi madre y yo leímos juntos después de que nos enterásemos de su diagnóstico, y nos aportaron una clase de esperanza distinta de la que nos había ofrecido la doctora O’Reilly. Esos dos libros nos demostraron que no teníamos por qué refugiarnos en una crisálida. Nos recordaron que fuera cual fuese el punto de nuestros respectivos viajes en que nos encontráramos mi madre y yo, podíamos seguir compartiendo libros, y mientras leyéramos esos libros, no seríamos la persona enferma y la persona sana; seríamos simplemente una madre y un hijo entrando juntos en mundos nuevos. Y lo que es más, los libros nos ofrecieron el lastre que tanto necesitábamos, eso que ambos ansiábamos en mitad del caos y la agitación de la enfermedad de mi madre."
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