IDEOLOGÍAS. APÓSTOLES Y ASESINOS, de Antonio López
"Las ideologías siguieron teniendo un aura de liberación, de afán justiciero y reparador, pero también empezaron a convertirse en una especie de ficción que cobraba vida propia y establecía un camino paralelo a la realidad, desentendiéndose de ella en demasiadas ocasiones.
No hubo un giro radical, no cambió la perspectiva súbitamente ni hubo un hecho o una fecha determinante que marcasen una frontera, pero no es gratuito pensar que la Primera Guerra Mundial y el naufragio de unos países enteros habían ofrecido un nuevo rostro de sí mismo al hombre. Un espejo en el que mirarse atentamente y con la misma dosis de repulsión que de asombro. Ése soy yo. Eso somos nosotros.
Quedaba el sueño de Rusia. Pero frente a los devotos incondicionales del movimiento bolchevique había quienes detectaban una vibración perturbadora. Bajo aquel sueño materializado presentían un sótano profundo desde el que ascendía un rumor de cadenas y un chapoteo de sangre. Había voces que confirmaban lo oscuro del presentimiento. Algunos de los primeros enviados a Moscú, imparciales o deseosos de adherirse previamente al gran movimiento libertador e igualador del rasero humano, regresaban hablando entre susurros o incluso levantaban una señal de prevención y alarma. También había ya quienes advertían allí un espejo turbio. Ése soy yo. Así somos nosotros."
No hay comentarios:
Publicar un comentario