STALIN ACABA CON LA FAMILIA TROTSKY. LEÓN TROTSKY, de Joshua Rubenstein
"En el invierno de 1937-1938, Lev empezó a encontrarse mal. Vivía sometido a muchas presiones: de su padre, para que trabajara sin parar; de su vida privada, por una serie de complicaciones; de la continua falta de financiación (en una ocasión se quejó a Trotsky de que, a veces, «ni siquiera tenía dinero para comprar sellos») y de las tensiones políticas generalizadas de la época. En el mes de febrero, sus médicos, quienes sospechaban que tenía apendicitis, le sugirieron que se sometiera a una cirugía abdominal. Ingresó bajo seudónimo en una pequeña clínica privada entre cuyo personal había rusos emigrados. La operación transcurrió con normalidad y Lev parecía recuperarse, pero al cabo de varios días sufría unos dolores espantosos y lo encontraron dando tumbos por los pasillos, profiriendo gritos ininteligibles y expulsando espuma por la boca. Los médicos trataron de ayudarlo, pero murió enseguida. Diego Rivera se enteró de la noticia por la radio y corrió a buscar a Trotsky, que había ido a pasar varios días con unos amigos a otro barrio de las afueras. Cuando Rivera le dio la noticia, Trotsky regresó a toda prisa a Cayoacán para contárselo a su esposa. La muerte de Lev Sedov fue un golpe demoledor. Con sus hijas fallecidas y Sergei encarcelado y presuntamente muerto, ahora todos sus hijos, todos, habían desaparecido (...)
A mediados de la década de 1950, una confesión parcial del propio Zborowski sirvió de ayuda a los especialistas occidentales para que confirmaran que había sido un agente estalinista quien perfectamente pudo haber dispuesto de los medios para asesinar a Lev o asegurarse de que muriera. Lev había sido el colaborador político más importante de su padre. No cabe duda de que Stalin quería quitarlo de en medio; hay algunas evidencias de que hubo agentes que trataron de secuestrar a Lev para llevarlo a Moscú, donde sería juzgado y condenado. En todo caso, nadie ha podido confirmar con precisión qué le sucedió a Lev Sedov durante aquellos días de febrero de 1938.
La sed de sangre de Stalin no era fácil de saciar. Como le comentó en una ocasión a un colega, «el mayor placer consiste en escoger al enemigo, prepararlo todo, vengarse meticulosamente y, luego, marcharse a dormir». Además de las dos hijas y los dos hijos de Trotsky, cuya muerte estuvo causada directa o indirectamente por Stalin, hubo un buen número de parientes de Trotsky que fueron encerrados en una prisión o ejecutados: su primera esposa, un hermano mayor, una hermana menor, una sobrina, tres sobrinos y tres yernos fueron fusilados; hubo otras sobrinas y sobrinos y un nieto que padecieron cárcel y exilio; se desconoce cuál fue el destino de dos nietos suyos (de su hija Nina) y de su nieto (de su hijo Lev). Era como si alguien hubiera reunido el árbol genealógico de Trotsky y, luego, lo hubiera despojado sistemáticamente de todas las hojas. También fueron blanco de ataques otras personas que habían colaborado de cerca con Trotsky. Erwin Wolf había trabajado para él en Noruega; acudió a España en 1936, donde fue asesinado por agentes estalinistas. Rudolf Klement, un emigrado alemán que había sido secretario de Trotsky en Francia y, después, secretario de la Cuarta Internacional, fue secuestrado y asesinado en París en el verano de 1938; encontraron su cuerpo mutilado en el Sena."
Trotsky y su familia en Taxco, Mexico |
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