LA BELLEZA DE LAS MATEMÁTICAS. EL TÍO PETROS Y LA CONJETURA DE GOLDBACH, de Apostolos Doxiadis
"-...Mira, las verdaderas matemáticas no tienen nada que ver con las aplicaciones prácticas ni con los procedimientos de cálculo que aprendes en el colegio. Estudian conceptos intelectuales abstractos que, al menos mientras el matemático está ocupado con ellos, no guardan relación alguna con el mundo físico y sensorial.
—Me parece bien —dije.
—Los matemáticos —prosiguió— encuentran el mismo placer en sus estudios que los jugadores de ajedrez en el juego. De hecho, desde un punto de vista psicológico, el verdadero matemático se parece a un poeta o a un compositor musical; en otras palabras, a alguien preocupado por la creación de belleza y la búsqueda de armonía y perfección. Es el polo opuesto al hombre práctico, el ingeniero, el político o… —hizo una pausa, buscando una figura aún más aborrecible en su escala de valores—, claro está, el hombre de negocios."
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