FRANCO, EL ASCENSO AL PODER DE UN DICTADOR, de Andrés Rueda
"Vivió engañado por la oligarquía, que le hizo creer que era un caudillo, el salvador de España, el centinela de Occidente. Le hicieron creer que los españoles son ingobernables, que están poseídos por «los demonios familiares de la desunión, de la discordia y del fratricidio». Y él se lo creyó. Por eso asumió la responsabilidad del caudillo imprescindible e irrepetible. Así le labraron un pedestal granítico de autoritarismo y de unidad obsesiva «entre los hombres y las tierras de España». Tuvo muchísimo más mando que gobierno."
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