HIGIENE MASCULINA. AL OESTE CON LA NOCHE, de Beryl Markham
"Entré como una tromba y la Avian golpeó raíces y tierra y enterró tocones con gemidos y crujidos de protesta. Produjo oleadas de polvo que se unieron a las oleadas de la hoguera. Zumbó hasta el borde del bosquecillo, como si tuviera la intención de saltarlo, pero decidió que no. Al final, el arrastre del patín de cola y la manipulación del timón hicieron que se detuviera y se detuvo con una especie de estremecimiento aprensivo.
Blix y Winston la tomaron por asalto como piratas un balandro. Estaban sucios y sin afeitar. Nunca me había dado cuenta de la rapidez con la que los hombres se estropean cuando no tienen cuchillas de afeitar ni camisas limpias. Son como las plantas en macetas, si no se las corta y cuida todos los días se transforman en mala hierba. Si un hombre no se corta la barba un día, parece descuidado; dos días, abandonado; y cuatro días, contaminado. Blix y Winston llevaban tres días sin cortarse la barba.
-¡Gracias a Dios has llegado!"
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