EL EDUCADO ASESINO. LOS ASESINOS ENTRE NOSOTROS, de Simon Wiesenthal
"...el delegado del comandante del campo de Lwów, Richard Rokita, que luego pasó a Tarnopol, también Galitzia, prosiguiendo su carrera de asesino. Dio muerte a varios centenares de judíos o quizá miles, probablemente ni él mismo lo sepa. A Rokita le llamábamos «el cordial asesino», porque nunca pegaba a nadie, nunca gritaba a los prisioneros, sino que se limitaba a dispararles un tiro con toda educación. Era algo artista y en su Kattowitz natal, Alta Silesia (ahora Polonia), tocaba el violín y adoraba la música. Cuando vino al campo de concentración de Lwów, lo primero que hizo fue organizar una orquesta especial en el campo, ya que entre los prisioneros había músicos de primera categoría. Rokita encargó a Sigmund Schlechter, famoso compositor judío de Lwów, que escribiera un «tango de la muerte» que la orquesta del campo pasó a interpretar mientras se llevaban a cabo las ejecuciones. Muchas veces vemos ejecuciones con acompañamiento musical en los escenarios; pero, en Lwów, al son de la música se disparaban balas de verdad. En una ocasión Rokita, paseando por el campo vio un judío viejo y débil. El judío le saludó y Rokita le devolvió el saludo amigablemente; luego arrojó un trozo de papel al suelo y dijo al anciano que lo recogiera. El judío se agachó y Rokita le mató de un tiro. Como he dicho, era un asesino cordial."
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