VIDA DE RESISTENTES FRANCESES TRAS LA LIBERACIÓN. COMBATIENTES EN LA SOMBRA, de Robert Gildea
"La depresión a la que se enfrentaron muchos exmiembros de la Resistencia supuso que las relaciones se forjaban a menudo en hospitales para enfermos mentales en los que pasaron tiempo recuperándose física y psíquicamente tras la guerra. Denise Domenach, que padecía agotamiento físico y mental tras su conmovedora experiencia con el MLN en París, fue enviada a casa, pero sus hermanos se habían marchado: Jean-Marie se había casado y René se había alistado. Fue incapaz de concentrarse en sus estudios. Su médico la envió a Combloux, un sanatorio en los Alpes, donde conoció a un joven yugoslavo, Bernard Lallich, que había participado en una red de inteligencia francesa, había sido torturado por la Gestapo y escapó del convoy de deportados que partió el 15 de agosto de 1944. Los jóvenes que regresaban de los campos de concentración le parecían como «zombis». No lo entendía y durante mucho tiempo no quiso saber. Prefería cantar en el coro organizado por Lallich. «Decidimos afrontar nuestro futuro juntos y volvimos para reanudar nuestros estudios —escribió ella—. Juntos decidimos vivir»."
Denise Domenach |
No hay comentarios:
Publicar un comentario