LA CONTINUIDAD DEL NAZISMO EN ALEMANIA. EL HOMBRE SIN ROSTRO, de Markus Wolf
"...Klavier era un alemán formado en el campo del derecho, que emigró a Estados Unidos, donde trabajó como abogado y más tarde se unió a la OSS. Insatisfecho con el modo de resolver el problema de los criminales de guerra en Alemania Occidental, ofreció su conocimiento íntimo del tema a los historiadores de la República Democrática Alemana. Trabajaba con nosotros con la condición de que su esposa no debía saberlo nunca; era alemana occidental, y como el propio Klavier dijo con gesto sombrío, enemiga mortal del Este. Pero Klavier aceptó nuestro dinero y lo usó para construir una casa de retiro en Suiza. Klavier había sido miembro del equipo de fiscales en los juicios de Nuremberg, y allí se especializó en la preparación de la acusación contra el magnate alemán del acero Friedrich Krupp, cuyo apoyo económico fue fundamental para el ascenso político de Hitler y cuyo aporte industrial representó un papel esencial en la máquina industrial nazi. El motivo que inducía a Klavier a trabajar con nosotros era el temor a la renazificación en las sombras de Alemania Occidental. No podía aceptar la desaprensiva rehabilitación de los antiguos nazis, a quienes se devolvían los cargos anteriores en el aparato judicial, la industria y las finanzas."
Krupp en Nuremberg, 1947 |
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