HERMAN MELVILLE. LOS SENDEROS DEL MAR, de María Belmonte
"Moby Dick... lo que tenía que ser una obra alimenticia que proporcionara mucho dinero al autor se fue transformando en una obra metafísica, en una especie de advertencia sobre la capacidad de la Humanidad de hacer el mal. La crítica lo recibió fríamente y no se llevaron a vender ni los 3000 ejemplares de la edición. Aunque siguió escribiendo, Melville nunca conoció el éxito literario y se ganó la vida como inspector de aduanas en Nueva York. Cuando murió a los 72 años, su fiel esposa Lizzy encontró entre sus papeles el manuscrito inacabado de Billy Budd, marinero. En el interior de su manuscrito también halló una pequeña placa que decía: 'MANTENTE FIEL A TUS SUEÑOS DE JUVENTUD'."
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