EL BOMBARDEO DE GIJÓN. YO FUI PILOTO DE CAZA ROJO, de Francisco Tarazona
"...De pronto veo claro; salvarme y salvar el avión. Me escabullo, entro en cañadas, me oculto tras el menor accidente de terreno, vuelo aún más bajo que las copas de los árboles, al máximo de velocidad que un mínimo de prudencia permite. Me deslizo por entre los majestuosos acantilados hasta que logro alcanzar el mar y me dejo caer sobre él. Nivelo el caza apenas a un metro de la superficie. Miro atrás, arriba, esperando en cualquier momento ver salir una figura quimérica con sus garras amenazadoras y las fauces abiertas vomitando fuego. Pero no me persigue nadie. ¡Qué miedo he pasado!
Comienzo a ganar altitud; a poco de hacerlo, veo el resultado del bombardeo de Gijón. Grandes llamaradas enrojecen el horizonte. Encima del rojo vivo de las llamas, un humo denso. Humo negro de gasolina quemada, de aceite ardiendo, de las casas convertidas en hogueras, de la dinamita que estalló fieramente. En medio de toda esta monstruosidad, es como si viera la sangre derramada y oyera los gritos furiosos de la impotencia, de la locura. ¡Y la radio fascista dice que sólo son atacados los objetivos militares…! Gijón, lleno de gente hambrienta, aterrada, desmoralizada, yace a las puertas de un frente que se viene abajo, sin fe. Me olvido de mí pensando en la pobre gente del puerto, de la ciudad. El soldado es, hasta cierto punto, dueño de escoger su muerte. El elemento civil no tiene más remedio que encogerse y esperar a que pase el horror."
Algunas fotos del frente de Asturias en este enlace
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