UN PROGROMO TIPICO. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth
miércoles, 30 de octubre de 2019
UN PROGROMO TIPICO. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth
martes, 29 de octubre de 2019
ESA PARTE QUE NO VEN LOS TURISTAS. EL FIN DE LA ESPERANZA, de Juan Hermanos
ESA PARTE QUE NO VEN LOS TURISTAS. EL FIN DE LA ESPERANZA, de Juan Hermanos
lunes, 28 de octubre de 2019
CARACTER ESPAÑOL. ORDESA, de Manuel Vilas
CARACTER ESPAÑOL. ORDESA, de Manuel Vilas
"Llevo mucho tiempo sin beber.
En España, la ayuda que recibe un exalcohólico es facilitarle que vuelva a beber. Yo creo que en España no existe el perdón de los pecados.
De ahí que al final nadie pueda salir del alcohol en España, de ahí la expectación que despierta un exalcohólico español: a ver cuándo cae, a ver cuándo vuelve a beber.
Dará gusto verlo caer otra vez."
Y aplaudiremos. Y diremos: «Se veía venir».
Ese es el misterio de España por el que se preguntan los historiadores y se preguntan los hombres de buena voluntad y se preguntan los escritores inteligentes y se preguntan los intelectuales honestos: ver caer a la gente, eso nos pone a mil.
No somos buena gente entre nosotros. Cuando salimos fuera parecemos buena gente, pero entre nosotros nos acuchillamos. Es como un atavismo: el español quiere que mueran todos los españoles para quedarse solo en la península ibérica, para poder ir a Madrid y que no haya nadie, para poder ir a Sevilla y que no haya nadie, para poder ir a Barcelona y que no haya nadie.
Y yo lo entiendo, porque soy de aquí.
El último español, cuando todos los demás españoles estén ya muertos, será feliz al fin."
LA COCAINA DE LOS PAPAS. HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO, de Guillermo Valdes
LA COCAINA DE LOS PAPAS. HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO, de Guillermo Valdes

viernes, 25 de octubre de 2019
LA HISTORIA DEL BUEN SOLDADO SVEJK. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth
LA HISTORIA DEL BUEN SOLDADO SVEJK. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth
jueves, 24 de octubre de 2019
EN LAS MONTAÑAS. ORDESA, de Manuel Vilas
EN LAS MONTAÑAS. ORDESA, de Manuel Vilas

miércoles, 23 de octubre de 2019
EL FRAUDE DE LA DERECHA. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones
EL FRAUDE DE LA DERECHA. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones

Cuesta no estar de acuerdo con el análisis de Carswell, aunque su solución al problema pasaría por una reducción drástica del Estado que dejaría a la población británica completamente expuesta a las fuerzas desatadas del mercado. Sin embargo, la gente como Carswell sí que pone sobre la mesa una serie de realidades del Establishment moderno. El riesgo y la deuda se han nacionalizado y recaen en la población, mientras que los elementos de beneficio están privatizados. Pese a que la ideología del sistema abomina con pasión del estatalismo, las élites empresariales dependen por completo de la generosidad del Estado. Éste es el tronco del capitalismo moderno y es el que lo sostiene: protegiendo a las grandes empresas, formando a sus trabajadores y subsidiando sus salarios, rescatando su corazón financiero y suplementando directamente los beneficios bancarios."
martes, 22 de octubre de 2019
LA VICTORIA SOBRE EL MAKALU. LOS CONQUISTADORES DE LO INUTIL, de Lionel Terray
LA VICTORIA SOBRE EL MAKALU. LOS CONQUISTADORES DE LO INUTIL, de Lionel Terray
"Después de franquear un resalte verdaderamente delicado, conseguimos al cabo de tres cuartos de hora pisar la afilada punta de la quinta montaña del mundo.

«La victoria debe pagarse con esfuerzos y sufrimientos; los progresos de la técnica y la clemencia del cielo no nos han permitido obtener ésta a su justo valor. ¡Qué lejos está de mí ahora la orgullosa embriaguez que he sentido a veces cuando, tras una lucha en la que había puesto todas mis fuerzas y todo mi corazón, lograba con un último esfuerzo pisar algunas cumbres más modestas! Yo había soñado esta victoria de una forma muy diferente. Me había visto, cubierto por la escarcha, utilizando las últimas energías que me quedaban tras el feroz combate, arrastrarme sobre la cima en un esfuerzo desesperado. En cambio, en realidad llegué a la cumbre sin lucha, casi sin fatiga. Para mí, en esta victoria, hay algo decepcionante. Y, sin embargo, me veo allí, de pie sobre la pirámide ideal de la más noble de todas las grandes cumbres. Al cabo de años de perseverancia, de trabajar encarnizadamente, de sufrir riesgos mortales, el sueño más insensato de mi juventud acaba de realizarse. ¿Es por pura estupidez que me siento decepcionado? ¡Ay, loco para el que la felicidad sólo estará en el deseo, goza al menos el instante presente, déjate embriagar por este instante único en el que, suspendido entre el cielo y la tierra, casi flotando en la caricia del viento, dominas el mundo! ¡Embriágate de cielo, que es lo único que detiene tu mirada! Bajo tus pies, y hasta el infinito, emergiendo apenas del mar de nubes, a miles se elevan hacia ti flechas de rocas y hielo…».
Como movido por un muelle de relojería, el mecanismo que de campamento en campamento, de carga en carga, nos había conducido hasta la cima, siguió funcionando perfectamente cuando emprendimos el descenso."
LA BANDA CALLEJERA MAS GRANDE, LA POLICIA. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones

Entre los jóvenes negros a los que he entrevistado aflora un sentimiento compartido: que la policía «es la banda callejera más grande que hay». Lo inquietante es que esta clase de expresiones las usa la misma policía. A principios de 2012, el inspector jefe de la policía de Enfield, Ian Kibblewhite, advertía a los pandilleros: «Puede que en vuestra banda seáis cien, pero en la nuestra somos treinta y dos mil. Nos llamamos la Policía Metropolitana». Reflexionando sobre algunos de sus antiguos colegas, Brian Paddick dice: «Hay gente de esa generación que acabaron de criminales, y otros en la policía. Podían haber caído tan fácilmente de un lado como del otro». Y se pregunta por las razones: «¿Era por una cuestión de seguridad? ¿Acaso se sentían más vulnerables? ¿Quizá era gente que veía violencia a su alrededor y quería seguridad, quería alistarse en una banda legítima que les ofreciera protección? Las bandas criminales de hoy en día les infunden una sensación de seguridad a los jóvenes; pues tal vez esos agentes pensaban que la policía les podía ofrecer esa misma seguridad a ellos».
lunes, 21 de octubre de 2019
ENTRE LIMONES, de Chris Stewart
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Un recorrido por el cortijo alpujarrello del autor de Entre Limones |
Forma parte de la rutina de los cazadores de La Alpujarra el dejar cebos envenenados para matar cualquier animal que pueda perturbar a sus aves. Es una práctica totalmente ilegal además de cruel, y muchos perros sufren muertes horribles como consecuencia de ello. Sin embargo, son pocos los propietarios de víctimas que se toman la molestia de armar alboroto. Pero no así George y Alison. Cuando Mariano el pastor les trajo en brazos a su perro muerto se quedaron desconsolados de pena, e inmediatamente organizaron una campaña para hacer pública la atrocidad. Se elevó una petición al alcalde, se obtuvo asesoramiento legal respecto a la posibilidad de abrir procesos penales y, con la ayuda del farmacéutico del pueblo, crearon un emético para entregar gratis a cualquiera que tuviera un perro en situación de riesgo. Fue una lástima que Barkis no hubiese podido presenciar su ascenso a la fama."
Fotografias de El Valero aqui
sábado, 19 de octubre de 2019
¿QUIEN AMA A LAS VÍCTIMAS?. ORDESA, de Manuel Vilas
¿QUIEN AMA A LAS VÍCTIMAS?. ORDESA, de Manuel Vilas
Las víctimas son siempre irredimibles.
Es decir, despreciables.
La gente ama a los héroes, no a las víctimas."
miércoles, 16 de octubre de 2019
COMO EVITO ALEMANIA UNA REVOLUCIÓN EN 1919. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth
COMO EVITO ALEMANIA UNA REVOLUCIÓN EN 1919. LOS VENCIDOS, de Robert Gerwarth

Con ese dilema como telón de fondo, el 10 de diciembre de 1918, en la Puerta de Brandeburgo de Berlín, Ebert recibió a las tropas que regresaban del frente con las famosas palabras: «Ningún enemigo os ha vencido». Las palabras de Ebert no eran fruto de ningún delirio, sino más bien surgían del deseo de conseguir el apoyo del Ejército al nuevo régimen ante la posibilidad de una actitud hostil de la oposición de derechas o de los partidarios de una revolución más radical en Alemania. Por esa misma razón, Ebert había llegado a un acuerdo pragmático con el sucesor de Ludendorff en el Alto Mando del Ejército, el general Wilhelm Groener, un acuerdo que a menudo ha sido criticado por quienes lo consideran un pacto faustiano con el antiguo Ejército imperial. El 10 de noviembre, Groener le había garantizado a Ebert la lealtad de las Fuerzas Armadas. A cambio, Ebert prometió que el Gobierno iba a adoptar medidas inmediatas contra cualquier posible sublevación de izquierdas, que iba a convocar elecciones a una Asamblea Nacional, y que el cuerpo de oficiales de carrera iba a seguir ejerciendo el control de la cadena de mando militar.
Así pues, el cambio negociado, y no la agitación violenta, fue el sello distintivo de la fase inicial de la revolución alemana de noviembre de 1918. Eso era válido tanto para el mundo de la política como para el escenario social: el 15 de noviembre, los líderes empresariales y los sindicatos llegaron a un acuerdo sobre el arbitraje de salarios, la implantación de la jornada laboral de ocho horas, y la representación de los trabajadores en las empresas con más de cincuenta empleados. Aquel pacto, conocido como el acuerdo Stinnes-Legien por sus dos principales firmantes —el destacado industrial Hugo Stinnes y el presidente de los Sindicatos Libres, Carl Legien— excluía de antemano una potencial nacionalización desde abajo o la redistribución radical de la propiedad, algo que no interesaba ni a los patronos ni a los Sindicatos Libres, dominados por el SPD.
Sin embargo, la cuestión del futuro político de Alemania a largo plazo iba a ser decidida por una Asamblea Nacional constituyente elegida democráticamente —o por lo menos eso era lo que pretendían Ebert, el MSPD y algunos sectores del USPD—. Por esa razón, las elecciones a la Asamblea Constituyente se llevaron a cabo lo más rápidamente posible. Cuando se celebraron las elecciones, el 19 de enero de 1919, el electorado votó, por una abrumadora mayoría del 76 %, a los tres partidos que habían defendido firmemente una renovación democrática para Alemania: el MSPD, el progresista Partido Demócrata Alemán (DDP) y el Partido Católico de Centro."
martes, 15 de octubre de 2019
LA PASIONARIA DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. YO FUI MINISTRO DE STALIN, de Jesus Hernandez Tomas
LA PASIONARIA DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. YO FUI MINISTRO DE STALIN, de Jesus Hernandez Tomas
"Entró Pasionaria seguida de Pedro Checa, secretario de Organización del Partido. Pasionaria, teatral, se dirigió a Díaz:
—¡Qué alegría verte por aquí! ¿Te encuentras mejor?


Pasionaria tragaba bilis y esperaba la llegada de su hora, una hora que ya le estaba siendo propicia, pues visiblemente la delegación soviética la exaltaba para convertirla en la primera figura del Partido. Togliatti vivía en la propia casa de Pasionaria y compartía la mesa y el techo con Antón. Ese trío habría de resultar funesto para Díaz."
lunes, 14 de octubre de 2019
PASEO AL ATARDECER. EL CAMINANTE, de Herman Hesse
PASEO AL ATARDECER. EL CAMINANTE, de Herman Hesse
Camino tarde por sederos polvorientos,
las sombras de los muros caen oblicuamente,
y puedo vislumbrar a través de los sarmientos
la luna sobre sendas y arroyos silentes.
las sombras de los muros caen oblicuamente,
y puedo vislumbrar a través de los sarmientos
la luna sobre sendas y arroyos silentes.
Canciones que un día entonara en el pasado,
entono una vez más, con acento cansino
y las sombras infinitas de lo que he viajado
se cruzan e interponen en mi camino.
entono una vez más, con acento cansino
y las sombras infinitas de lo que he viajado
se cruzan e interponen en mi camino.
El viento, la nieve y el calor solar
de muchos años tras de mí resuenan,
noches de verano y azul relampaguear,
tormentas e incomodidades que apenan.
de muchos años tras de mí resuenan,
noches de verano y azul relampaguear,
tormentas e incomodidades que apenan.
Con la piel tostada y del todo invadido
por el esplendor del universo entero,
siempre hacia delante me siento atraído,
hasta que las sombras cubren mi sendero.
por el esplendor del universo entero,
siempre hacia delante me siento atraído,
hasta que las sombras cubren mi sendero.
LOS PERROS DE LOS SS CONTRA LAS MUJERES. TREGUA PARA LA ORQUESTA, de Fania Fenelon
LOS PERROS DE LOS SS CONTRA LAS MUJERES. TREGUA PARA LA ORQUESTA, de Fania Fenelon
"Son visibles los estremecimientos de miedo que recorren los espinazos. La mayor parte de las chicas se vuelven hacia Florette, con expresión maligna, dispuestas a darle una paliza.

—No quiero verlos más, no quiero volver a ver sus ojos… Fania, los perros han devorado a dos… a dos que iban a orinar o a recoger un poco de hielo para chuparlo… Los SS han azuzado a los perros para que se les echasen encima… Las han desgarrado, despedazado. Y esos puercos han obligado a sus camaradas a recoger los pedazos para arrojarlos sobre el montón de las muertas, y yo las he visto. ¡Las he visto! Trozos de mujeres, carnaza para perros… que llevaban como podían, encima de la espalda… Y nosotras seguíamos tocando, tocando… ¡Plum! ¡Plum! ¡Qué atrocidad! Parecían carniceros con cuartos de res encima del hombro; el peso las doblaba, estaban agotadas, y nosotras, al ir tocando la pieza, las obligábamos a marcar el paso, a seguir el compás… Un odio inmenso en los ojos de esas mujeres… No quiero volver a verlo. No iré nunca más…
Repentinamente solidarias, Hilde y Helga la cogen por los hombros y se la llevan consigo, ayudadas por Irene la pequeña:
—Vamos afuera, te sentará bien.
Salvaje y destilando odio, Hilde le asegura:
—Los arrojaremos a sus propios perros y éstos los desgarrarán… delante de nosotras… y pisotearemos sus cadáveres… ¡Lo pagarán… lo pagarán!.
En tanto se llevan a Florette, que hipa entre lágrimas y arcadas, le pregunto a Irene la pequeña:
—¿Es cierto que no transcurre ningún día sin que lancen a los perros sobre las mujeres?
—Sí… Cada día mueren una o dos de esta manera… Lo sabíamos, pero nunca habíamos visto un horror semejante…"
jueves, 10 de octubre de 2019
DESAMPARO. ORDESA, de Manuel Vilas
DESAMPARO. ORDESA, de Manuel Vilas
EL ESPIONAJE ELECTRÓNICO. EL HOMBRE SIN ROSTRO, de Markus Wolf
EL ESPIONAJE ELECTRÓNICO. EL HOMBRE SIN ROSTRO, de Markus Wolf

miércoles, 9 de octubre de 2019
DIOS EN BERGEN-BELSEN. TREGUA PARA LA ORQUESTA, de Fania Fenelon
DIOS EN BERGEN-BELSEN. TREGUA PARA LA ORQUESTA, de Fania Fenelon

Sembrar la vida mientras que alrededor la muerte amontona los cadáveres, ¿es un acto de locura? La verdad es que gradualmente nos estamos volviendo locas. Mientras esos dos seres copulan, oigo a mi lado cómo unas mujeres rezan. ¿Son creyentes?, ¿o es el miedo que les hace implorar a un Dios? En esta catástrofe que estamos viviendo, peor que un terremoto ¿dónde está la fe?, ¿qué sentido tienen la vida y la muerte para los judíos, los católicos, los protestantes, los ortodoxos? Lloran y pronuncian plegarias, algunas muy ardientes: «Gracias, mi dulce Jesús, nunca sufriremos lo bastante por ti, que fuiste crucificado por amor hacia nosotros… Gracias, Santa Virgen Maria, madre de Dios, por enviarnos tanto dolor, te lo ofrecemos a ti y a tu divino hijo… ¡Gracias, gracias!». Se exaltan, golpean su culpa con sus puños huesudos contra los flacos pechos, lloran; su arrebato está próximo a la histeria y sin duda les calma.
Otras, dirigiéndose al mismo Dios, vomitan terribles imprecaciones:
«¡Maldito seas Jesús! He creído en ti y me has abandonado. ¡Maldito seas y maldito el vientre que te ha llevado!». Se retuercen las manos, se arañan, escupen su dolor, impotentes para vengarse de ese Dios que les ha traicionado."
LOS PELIGROS DEL ESCRITOR. CUENTOS, de Isaac B. Singer
LOS PELIGROS DEL ESCRITOR. CUENTOS, de Isaac B. Singer
lunes, 7 de octubre de 2019
LA SOCIEDAD RESCATANDO A LOS RICOS. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones
LA SOCIEDAD RESCATANDO A LOS RICOS. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones

De acuerdo con la Oficina Nacional de Control, la magnitud del rescate estatal a los bancos llegó a la asombrosa cifra de 1.162 billones de libras. A estos bancos, sin embargo, no se les exigió ninguna responsabilidad hacia el pueblo que los había rescatado: los contribuyentes no tenían a ningún representante sentado en sus consejos de administración. Los gobiernos mantuvieron a raya al contribuyente y dejaron que los bancos continuaran actuando como les venía en gana. Tal vez, la definición más asombrosa de este rescate sea la que viene de James, el vicepresidente de uno de los mayores bancos británicos, que —nuevamente, para preservar su carrera— habla conmigo de forma estrictamente extraoficial: «Se trata de un fraude corporativo a escala industrial y permitido por el gobierno».
Vale la pena hacer hincapié en la idea de James. La población pobre de Gran Bretaña ha sido abandonada a su suerte. Si el millón aproximado de familias que dependen todos los meses de usureros legales como Wonga no pueden pagar sus deudas, ahí no hay rescate del gobierno que valga. Lo que sucederá con toda probabilidad es que les llegarán alguaciles a su misma puerta para embargarles los bienes. Los pobres deben obedecer las reglas del capitalismo despiadado. Pero los bancos que han sumido al mundo en la calamidad económica, no. Para ellos hay una red de seguridad: el Estado de bienestar viene a rescatarlos."
domingo, 6 de octubre de 2019
AMAR JUNIO. ORDESA, de Manuel Vilas
AMAR JUNIO. ORDESA, de Manuel Vilas
jueves, 3 de octubre de 2019
LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. TRES PERIODISTA EN LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. EL OCTUBRE ROJO EN ASTURIAS de Jose Diaz Fernandez
LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. TRES PERIODISTA EN LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS. EL OCTUBRE ROJO EN ASTURIAS de Jose Diaz Fernandez
"Los obreros de Asturias demostraron una capacidad combativa extraordinaria. ¿Por qué fueron ellos solos, entre los de toda España, los que lucharon con cierta cohesión y con auténtico arrojo revolucionario? Este es un tema de psicología proletaria muy interesante. El minero asturiano es un obrero que, reuniendo las características del trabajador industrial, posee también el empuje primitivo del montañés. En las Casas del Pueblo está en contacto con las ideas revolucionarias, que llegan a través de la lucha de clases, pero no es de todos modos el obrero urbano que disfruta de algunas ventajas de la civilización; vive en las aldeas de la montaña, en los suburbios de la cuenca minera, y allí conserva, al lado del odio al poderoso, la fiereza del montañés. Ignora lo que es el peligro, porque vive en el fondo de la tierra, expuesto al grisú y manejando a diario la fuerza devastadora de la dinamita. Muchos de estos revolucionarios no combatieron con fusiles ni pistolas, armas para ellos demasiado livianas. Combatieron con cartuchos de dinamita. Se les vio en Oviedo, cruzada la cintura con dos o tres vueltas de mecha, encendiendo los cartuchos con el cigarro que fumaban. Esto, unido a una gran disciplina sindical, adquirida en los viejos sindicatos, hizo que la rebelión adquiriese una magnitud única. En estos proletarios (muchos de ellos afectos al comunismo, que en los últimos tiempos adquirió allí gran preponderancia), el reformismo socialista no penetró nunca, a pesar de que externamente aparecían disfrutando grandes ventajas sindicales: jornada de seis horas, retiro obrero, instituciones escolares y benéficas. Verdad es, también, que los dueños de las minas de Asturias no han sabido nunca hacerse amar de sus hombres, ni introducir en el trabajo mejoras de orden técnico."
miércoles, 2 de octubre de 2019
martes, 1 de octubre de 2019
PERIODISMO Y MENTIRAS. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones
PERIODISMO Y MENTIRAS. EL ESTABLISHMENT, de Owen Jones
EL FOTÓGRAFO. EL VIAJE, de Ida Fink
EL FOTÓGRAFO. EL VIAJE, de Ida Fink
"La casita del fotógrafo estaba cerrada a cal y canto, la hiedra había cubierto la pared con su frondosidad agreste, el patio se había poblado de hierbas. Parecía como si nadie viviera allí. Pero cuando llamamos, la puerta se abrió inmediatamente, en el umbral apareció la mujer del fotógrafo, flaca, con el pelo suelto. Nos miró como si fuéramos dos apariciones. A la pregunta de si podíamos entrar, asintió con la cabeza, siempre con una expresión de gran sorpresa en la mirada. Los aparatos fotográficos estaban en un rincón del cuarto vacío, cubiertos con capas de hule, llenos de polvo; asemejaban viejos jamelgos agonizantes. Un niño pequeño estaba sentado en el suelo. El fotógrafo, su esposa y el pequeño no nos perdían de vista. Elzbieta dijo: «Yo no puedo…» y quería irse, pero la detuve. El fotógrafo no preguntó nada, colocó el aparato, yo me senté para que se viera la oreja izquierda, abrí los labios con una sonrisa, y la mujer del fotógrafo, jugueteando con sus largos cabellos, dijo: «A la suegra la mataron por el camino; quería escaparse… Creo que fue lo mejor para ella… ¿No es así?».
El fotógrafo hizo clic, dijo: «Suerte». «Gracias, señor» —mascullamos educadamente— y él repitió una vez más «suerte» para que comprendiéramos bien qué clase de suerte nos deseaba."