ENTRE LIMONES, de Chris Stewart
Un recorrido por el cortijo alpujarrello del autor de Entre Limones |
Forma parte de la rutina de los cazadores de La Alpujarra el dejar cebos envenenados para matar cualquier animal que pueda perturbar a sus aves. Es una práctica totalmente ilegal además de cruel, y muchos perros sufren muertes horribles como consecuencia de ello. Sin embargo, son pocos los propietarios de víctimas que se toman la molestia de armar alboroto. Pero no así George y Alison. Cuando Mariano el pastor les trajo en brazos a su perro muerto se quedaron desconsolados de pena, e inmediatamente organizaron una campaña para hacer pública la atrocidad. Se elevó una petición al alcalde, se obtuvo asesoramiento legal respecto a la posibilidad de abrir procesos penales y, con la ayuda del farmacéutico del pueblo, crearon un emético para entregar gratis a cualquiera que tuviera un perro en situación de riesgo. Fue una lástima que Barkis no hubiese podido presenciar su ascenso a la fama."
Fotografias de El Valero aqui
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