EL ARTE DE LA LIBERTAD. KURTYKA, de Bernadette MacDonald
"Escalar en esas inmensas paredes fue para él irresistible, porque se trataba de una danza con la belleza. Cada línea fue una creación única. Cada momento de superación del sufrimiento fue creativo. Al remontarse más y más hacia lo desconocido, a veces tenía lugar una maravillosa transformación. 'Descubrí que aquella conexión con las montañas era tan fuerte que me permitía acceder a la naturaleza que las rodeaba en un nivel diferente, como si formara parte de ellas', explicó Voytek. 'Era casi un estado de ánimo sagrado'.
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