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miércoles, 22 de enero de 2020

LOS SOVIÉTICOS OCUPAN BERLÍN. ELMURO DE BERLÍN, de Frederick Taylor

LOS SOVIÉTICOS OCUPAN BERLÍN. ELMURO DE BERLÍN, de Frederick Taylor 

Resultado de imagen de LOS SOVIÉTICOS OCUPAN BERLÍN    "Es muy posible que Ulbricht conociera la ola de asesinatos, pillaje y vengativa violencia sexual que recorrió Berlín tras el avance del Ejército Rojo. De ser así, no lo reconoció entonces ni lo haría nunca. A los colegas que intentaron llamar su atención al respecto, simplemente los excluyó. En su fantasiosa versión de la «liberación», semejantes horrores no podían haber sucedido. Después de doce años en la URSS de Stalin, Ulbricht sabía que semejante fantasía política, sobre todo cuando se potenciaba con el miedo, podía constituir una fuerza mucho más importante que cualquier realidad, aunque fuera conocida en todo el mundo.

    De todos modos, aunque sus nuevos amos comunistas les obligaran a guardar silencio, la gente de Berlín y de Alemania Oriental estaba enterada de todo lo ocurrido. Al monumento conmemorativo a los soviéticos muertos en combate, erigido en el Tiergarten durante la posguerra, los berlineses, con su característico sentido del humor, lo conocían como la «Tumba del Violador Desconocido». Los 2 millones de abortos que se realizaron en la Alemania ocupada durante el primer año de la posguerra, sobre todo en la zona soviética, son una prueba de los abusos inimaginables que se cometieron, como también lo fue el vertiginoso incremento de las enfermedades venéreas y los «bebés rusos» (entre 150 000 y 200 000) que nacieron como consecuencia de las violaciones. En la literatura militar soviética, tales incidencias se atribuyeron «a mujeres que recibían frecuentes visitas de los soldados del Ejército Rojo».

    Hubo muchos soldados soviéticos que se comportaron con amabilidad y honestidad, que hicieron todo lo que estaba en sus manos para ayudar a los civiles. Y muchos oficiales rusos instruidos conocían con mayor profundidad que sus equivalentes angloamericanos la vida artística y musical de Alemania. No obstante, los soviéticos y sus aliados alemanes siempre tuvieron que hacer grandes esfuerzos para ganarse la confianza del Berlín de posguerra."

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