EL POTALA POR PRIMERA VEZ. LA CRUZADA DE HIMMLER, de Christopher Hale
"El plan era encontrarse con el comité de recepción cuando el 'sagrado sol arroja la sombra mas corta'. A una distancia de 16 km, mientras subían una loma, divisaron por primera vez el tejado dorado del palacio de Potala, erguido sobre la cima rocosa de la colina que lo sustenta. Fue un momento muy emotivo. Schafer se detuvo y se arrodilló -tanto tiempo como la vergüenza le permitía- para saborear el espectáculo del Vaticano del budismo tibetano. Hoy esta vista ya no existe. La carretera que entra en Lhasa es una amplia autovía china salpicada de anuncios de teléfonos móviles. Al final de la avenida, el Potala queda oculto tras una enorme valla publicitaria".
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