TYSON POBRE. TODA LA VERDAD, de Mike Tyson
Antes de visitar México, llevaba una pesada carga sobre los hombros. Jamás había conocido a nadie más pobre que yo. No podía imaginarme a nadie siendo más pobre de lo que yo había sido. La pobreza que vi ahí me dejó sin palabras. De hecho, aquella gente me dio rabia porque, al ser más pobre que yo, me impedía seguir sintiendo lástima de mí mismo. La vergüenza que me provocaba ser pobre había sido el factor más determinante de mi éxito. Esa vergüenza me causó más daño que cualquier otra cosa en la vida. Muchos de mis problemas tenían su raíz en pensar que se me debían muchas cosas por haber crecido en la miseria. Cus siempre estaba intentando que me trascendiera a mí mismo, que me separara de mi ego, que saliera de mi cabeza. Pero era difícil. Ey, yo merecía ese coche, yo merecía esa mansión, yo merecía esa zorra. Tras unirme a Don, debía poseer los coches de gama más alta determinante de mi éxito. Esa vergüenza me causó más daño que cualquier otra cosa en la vida. Muchos de mis problemas tenían su raíz en pensar que se me debían muchas cosas por haber crecido en la miseria. Cus siempre estaba intentando que me trascendiera a mí mismo, que me separara de mi ego, que saliera de mi cabeza. Pero era difícil. Ey, yo merecía ese coche, yo merecía esa mansión, yo merecía esa zorra. Tras unirme a Don, debía poseer los coches de gama más alta y a montones. Me compraba los mejores Lamborghinis y hasta un Hummer a prueba de balas que había pertenecido a un príncipe saudí. Visitaba la fábrica de Rolls-Royce en Bristol, donde estaban customizándome un Rolls. Cus no hubiera aprobado nada de esto. Consideraba que un tío con un descapotable era un cerdo egoísta. Si nos cruzábamos con un coche bonito, se producía la siguiente secuencia.
—Gua, qué coche más chulo, Cus —le decía.
—Qué va, ése es un egoísta —decía Cus.
—¿Por qué es egoísta? —le preguntaba.
—Conduce un vehículo de dos plazas para no tener que llevar más que a sus amigos.
Cus era dueño de una furgoneta destartalada en la que cabían hasta doce personas. Así era él.
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