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lunes, 16 de mayo de 2022

EL HOMBRE DE HIELO, de Philip Carlo

EL HOMBRE DE HIELO, de Philip Carlo


Este es uno de esos libros que se te pegan a la mano, hay una historia de la que no puedes apartar la mirada. Lo empiezas y es difícil de soltar, muy difícil. Es un espectáculo mediático, es brutal, es tremendo. La reseña de hoy va a ser muy completa porque incluye 5 productos diferentes: el primera es el libro de Philip Carlo titulado EL HOMBRE DE HIELO. En mi opinión, el mejor de los 5. Luego vienen los tres documentales de HBO sobre el personaje. El ultimo producto es la película del año 2012, THE ICEMAN, un poco floja.

El libro es la historia alucinante de Richard Kuklinski (1935-2006), un tipo de New Jersey que descubrió muy pronto que se le daba muy matar y deshacerse de los cadáveres. Hay una sensación que crece a cada pagina de libro: "No jodas!", "¿De verdad lo hizo?", "¿Como es posible todo esto?". Es como ver una historia absorbente mientras te tragas las palomitas sin parar. Porque se trata de la vida de un asesino profesional, un sicario de la mafia y de cualquier otro que pagara sus servicios. Una carrera de décadas, exitosa, silenciosa. Un mal bicho que comprendió que aquello se le daba bien desde muy joven, que practicó el oficio para ser el mejor por dinero, pero a veces por odio o por curiosidad. Hoy se calcula que pudieron ser mas de doscientas personas asesinadas, pero cuando ingreso en la cárcel de máxima seguridad de Trenton (1986) lo hizo por dos cadenas perpetuas por matar a 4 personas, el resto vino después. El libro se basa en entrevistas del autor con el asesino hasta poco antes de su muerte, y después de grabar los 3 documentales. ¿Cómo aumento entonces el macabro curriculum de Kuklinski? Muy sencillo: la policía ya sospechaba que había mas cadáveres a sus espaldas, y el juez autorizo una primera entrevista en la cárcel que luego se vendió a la HBO (1992). Kuklinski se mostro en ella tenso, se le ve casi actuar ante las cámaras fingiendo incluso remordimientos, pero es ahí cuando empezó a confesar otros crímenes. Aporto datos que coincidían con crímenes antiguos sin resolver. Aquello fue un bombazo en la TV norteamericana, asi que volvieron en 2001 a grabar otras entrevistas, lo que supuso el segundo documental tambien de HBO: aqui Kuklinski vuelve a contar mas historias de nuevos asesinatos, pero con un estilo mas relajado, sin remordimientos, echándole mucha jeta al asunto. Fue otro bombazo televisivo, ¡¡¡hasta el punto de que ninguna otra emision de HBO habia tenido tanta audiencia hasta el momento!!!!

Es indudable el morbo y el espanto de ver a ese hombre contando lo que hizo como si hubiera ido a por tomates al supermercado.
Luego HBO quiso rizar el rizo e hizo algo mas: grabar 13 horas de conversación con un psiquiatra del FBI para intentar dilucidar que coño le pasaba por la cabeza a un tío como Kuklinski. Este documental (2003) es impagable, es fenomenal. Impresiona la pregunta final del asesino al psiquiatra: ¿Qué piensa usted de mi? Y el doctor responde no lo que diría cualquiera de nosotros, sino una evaluación medica. Y Kuklinski la encaja. Es brutal. Es una oportunidad única de ver algo así. Qué no hubiéramos pagado por una entrevista similar con Hitler, Stalin, Franco, Mao Zedong, Pol Pot, Pablo Escobar, Jack el Destripador, Chikatilo, Shipman, .. Con la diferencia de que a varios de estos les llevaban a casa las victimas para eliminarlas, o los mandaban eliminar a distancia sin mover una ceja, o no hubo la oportunidad de escucharles como en el caso de Kuklinski, alias el Grandullón, alias el Polaco.

La película tiene un buen plantel de actores, pero ni de lejos se acerca al personaje: es mucho mas complejo, y hay que tener estomago para ver en la pantalla una sombra de lo que hizo. Para eso esta el libro, el producto que se ha beneficiado positivamente de todo lo que se supo de Kuklinski desde su infancia, su adolescencia, las relaciones familiares, su relacion con la esposa y sus hijas, la falta de empatía hacia nada ni hacia nadie. El problema para el lector, al acabar el libro, es que te lo puedes creer. Y de aquí saltan en nuestra cabeza un montón de pensamientos inquietantes... ¿Funciona el estado en todos  barrios? ¿O desaparece en algunos puntos cruciales de nuestra geografía? ¿Se deja que se maten entre ellos, como hacia la policía de New Jersey? Ahí lo dejo.
La forma novelada de este libro recuerda a la narración sin imágenes de un documental típico norteamericano. Es una especie de docudrama para la TV. La única voz diferente a la del narrador son ciertas afirmaciones en primera persona de Kuklinski o algun otro como una voz en off. Era un tipo alto y fuerte, su único gimnasio en la vida había sido el de arrastrar cadáveres, decía. Se recordaba de niño apocado y apaleado, y a partir de aqui la historia ya es tremenda. El chico no podía salir derecho. Luego fue discreto con sus fechorías, brutal con cualquiera que se pusiera pesado o le increpar en la calle. Violento con su mujer, y el autor en este aspecto si deja en evidencia muchas cosas que el lector encontrara incomprensibles pero no tan extrañas, lamentablemente. A los 26 años llevaba al menos 65 cadáveres a sus espaldas, muchos de ellos por nada en el West End de Manhattan.
Es curioso que el primer empleador fuera la familia DeCavalcanti de New Jersey, porque se dice que, a su vez, inspiró la familia protagonista de la serie Los Soprano. Cuenta como acabó con Jimmy Hoffa. Acabo con Carmine Galante, jefe de una de las 5 familias de New York (1979). Se supone que fue uno de los que mató a Paul Castellano, jefe de la familia Gambino (1985). Pero hay otros nombres ilustres de la Mafia que tienen su hueco en la vida de K: Hoffa, John Gotti, Sammy Gravano, Roy DeMeo... Todo acaba un 17 de diciembre de 1986, tras casi 6 años de investigación, condenado a 2 cadenas perpetuas por 4 asesinatos 

Llegados a este punto, se ejemplifica un cierto código ético: no robar al patrón de la mafia, no matar a mujeres o niños, matar de cerca (observando el susto y el dolor en los ojos de la víctima), no perdonar una mala palabra ni a un violador... desde luego, el principal código ético es que no te pillen. El era un artista en ocultar cadáveres y dejar pocas pruebas o ninguna, como por ejemplo matar con dos armas de distinto calibre para que se supusieran dos asesinos diferentes. Mejor matar con lluvia. Esta mal visto hablar de un encargo una vez cumplido. Llevar ropa de repuesto por aquello de que este trabajo te salpica de sangre. Muchas de las formas de matar las sacaba de su afición a ver los dibujos animados del correcaminos, el coyote o bugs bunny (¡¡!!)



Hay fieras que resultan legendarias, que hubo que abatirlas, que se muestran disecadas, fotografiadas, retratadas. A Kuklinski lo hemos tenido enjaulado para verlo como era, para que nos lo cuente. Eso es excepcional. 

Un reportaje de Philip Carlo para El Pais aqui.


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