DENTRO DE MI, de Doris Lessing
Si algo tiene esta primera parte de su autobiografía (de 1919 a 1950) es una profundidad conseguida con un estilo directo, abierto a todos los lectores, muy fresco pasados los años: esa persona que tiene ganas de contarte cosas ya muy digeridas pero que le siguen importando. Y tiene mucho y variado que contar, casi exótico. Lo más fácil sería resumir su agitada vida como una sucesión de decisiones importantes, a veces contradictorias y otras difíciles de justificar. Y ya sería un libro bueno. Si este libro es aún más admirable es por la profundidad del análisis en los momentos críticos por los que pasa: podríamos dividirlos en bloques temáticos. Tenemos el análisis de las relaciones con su familia, especialmente con su madre, algo menos con su padre minusválido. Está el tema de por qué hacerse comunista y la impostura que conlleva hasta salirse de ese orden mental. Está el tema de las relaciones de pareja, y el abandono de los hijos del primer matrimonio. O el mismo tema de la torpe educación que recibían nada más tenerlos, la misma que ella recibió, y de la que trató de escapar con su tercer retoño, Peter, hijo de Gottfried. El mismo libro comienza con una reflexión sobre la importancia de nuestra memoria, la que repasa y digiere los acontecimientos que nos fueron ocurriendo, y da mucho que pensar. Una de las cosas que hace a lo largo de este y del siguiente volumen de memorias es contrastar sus recuerdos con los de otras personas, y el resultado es imprevisible porque muchas veces esas otras personas recuerdan un mismo acontecimiento de distinta manera. La memoria es, sin duda un tema difícil, pero Lessing no lo soslaya: esa es la esencia de la autora, que por difícil que sea algo, no le aparta la mirada.
Está la sexualidad contada con libertad y franqueza... sus líos amorosos con personas a veces poco adecuadas, según ella y visto en la distancia, pero que no podía ser de otra forma con aquellos ingredientes vitales. Vamos, que se expone a la crítica e incluso daría la razón a quienes venenosamente la han criticado desde siempre. Parece airear sus propios trapos sucios sin pudor, pero como un agua pasada de la que ya ha aprendido, y no como una revelación de secretos. Al hilo de tantas cuestiones como pueden salir en la autobiografía de cualquiera, se prodigan reflexiones concretas e interesantes sobre temas muy variados, como por ejemplo la influencia negativa de la música en nuestras vidas, una observación muy curiosa se acepte o no, vista desde un peculiar punto de vista (final del capítulo 18). Es un ejemplo de la singularidad de estas páginas. Y esa reflexión sobre lo que ha aprendido en la vida después de exponerse tanto a ella, es lo más valioso y significativo del libro.
Al final de los años en Rhodesia (actual Zimbabue, y Salisbury ahora es la capital Harare), donde acontece todo el libro, el grupo de comunistas se diluyó porque muchos se fueron a otro lugar, muchos abandonaron y muchos se metieron por vías más místicas o espirituales. Después de tanta acción y tanta verborrea, lo mejor que hicieron por los negros fue dejarles libros, según ella. El resto da risa visto en retrospectiva, puede que incluso para ella, aunque en su propia formación fueran experiencias importantes de las que aprender, como nos pasa a todos en la vida: y eso se refleja en otro de sus temas preferidos, el anticolonialismo. Al final, lo único sincero por lo que aspiraban todos estos blancos bienintencionados era... por escapar a Londres. Y ahí acaba esta primera parte de su autobiografía. Tras la llegada a Inglaterra, donde comienza el segundo tomo, ya sabrán que tampoco allí todo es fantástico, ni mucho menos. Pero los años 48-49, confiesa, son los peores de su vida: en proceso de divorcio con Gottfried, desencanto con el comunismo, remordimientos por abandonar a sus dos hijos en manos de su primer marido, el primer libro Canta la hierba que no arranca. Y la madre que es como un grano en el culo. El horizonte cerrado de un lugar exprimido hace tiempo, Salisbury (Rhodesia). El libro acaba con un sentimiento de amargura y cierto rencor. Y un adelanto de cómo empezó su vida en Londres: ser comunista y hacerse amiga de judías expulsadas de la Alemania comunista por motivos raciales fue otra lección de vida. La primera en un mundo nuevo, el mundo que había ido a buscar. Un mundo de refugiados como ella.
Por otra parte, su vida avanza con los relatos y novelas que va publicando, de manera que nos muestra el origen de esas obras, su inspiración y el modelo real que tuvieron algunos de sus personajes de ficción. Todo un detalle.
Una conferencia muy interesante en youtube, aunque tambien esta en Ivoox por si solo quereis escucharla: https://www.youtube.com/watch?v=ZOZObKOU-ig&ab_channel=FUNDACI%C3%93NJUANMARCH
No hay comentarios:
Publicar un comentario