LOS VIKINGOS, de Neil Price
Realmente es, como dice el subtítulo, la obra definitiva (hasta ahora) sobre la cultura vikinga. O hasta ayer, porque si algo demuestra este tipo de libros, escritos por auténticos académicos, arqueólogos y notables profesores de universidad, es que los divulgadores de la historia, en general, se quedan obsoletos muy pronto, pero son a los que más se escucha. Dentro de unos años tal vez sea necesario otro libro definitivo como este, tal vez lo anule o tal construya sobre él. Los vikingos incorpora descubrimientos arqueológicos, relecturas de fuentes literarias, una crítica a formas anteriores de interpretar la historia que proporciona, en conjunto, una visión diferente en muchos aspectos, coherente y unitaria del fenómeno de los vikingos hasta donde se puede saber actualmente. Uno se queda con la sensación de que el tema aún nos puede sorprender, de que muchos libros y revistas merecen ser despojadas de docenas de páginas anticuadas. Que queda mucho por disfrutar a los amantes de ese espíritu nórdico.
Los méritos de este libro pueden llegar más lejos aún: aporta el valor de la perspectiva de género en la evolución histórica de los vikingos: los nórdicos ya no son comparsas del tío del hacha, ni desencadenan los hechos de una historia de hombres. Son parte fundamental del desarrollo de la cultura escandinava y de las invasiones vikingas del territorio europeo. Vamos, que eran tan mala hierba ellas como ellos. Otro atractivo del libro es, por tanto, enterrar tópicos: por mucha literatura y cine amable con ellos, los vikingos eran gente que no hacía ninguna gracia. Su llegada, hacha en mano y no para comerciar, era una desgracia, y se aportan muchos datos. Se remonta a los orígenes muy anteriores a Lindisfarne (8 de junio de 793), como es el Periodo de las Migraciones y las profundas motivaciones previas para acabar haciendo lo todos sabemos, y aquí también hay sorpresas. Se estructura en bloques de capítulos, el primero establece una identidad dee los pueblos noruegos, suecos o daneses previa a las invasiones, muestra su cultura material e inmaterial, religión, pensamiento, forma de vida, contacto con Roma, con Asia, con el Occidente después de Roma. Luego llega el bloque de las invasiones, en el que me ha sorprendido la economía que sustentaba el hecho de poner a 30 tíos con ganas de romper cabezas en un barco. Es impresionante el esfuerzo que se mantenía en casa para poder enviar a esta gente a comerciar o a saquear. El libro explica muy bien algo que muy pocos te explican: el ganado ovino tan grande que se empleaba para obtener velas de barcos y vestimenta, y la gestión de los bosques para sacar tanto barco y edificios. Ello se basó en otro aspecto de la economía, también fundamental: la esclavitud, preferentemente femenina, en unas condiciones espantosas. Cuando he viajado por ámbitos de cultura escandinava, no leí el paisaje bajo estos tres conceptos. Después de la lectura de este libro, mi viaje hubiera sido distinto porque mi mirada ha cambiado con lo que ahora sé. De esto no hay serie o película que te hable, lo que da que pensar. Deja muy obsoletos estos productos así como muchos libros. Pero seguirán teniendo éxito en la medida en que el público no adquiera más cultura sobre lo que le gusta para volverse, inevitablemente, más crítico con lo que ve. El urbanismo vikingo también tiene sus peculiaridades, y me ha explicado también el paisaje general de las tierras habitadas de Noruega actualmente. Es muy interesante poder viajar con un libro así bajo el brazo. El tema de películas y series de vikingos es un poco como la botella medio llena/medio vacía, también se reconoce el esfuerzo que con los años hacen los guionistas por incluir en la pantalla detalles basados en estudios históricos. Supongo que hacen lo que pueden, pero después tampoco da mucho mas que para una conversación de barra de bar. Lo bueno de este libro es que si se aprende y si es ameno. Con verdadera intención del autor.
Otro detalle estupendo del libro es que intenta ir más allá de una descripción de la vida nórdica en la época de las invasiones vikingas. Además de hacerlo comprensible, explicar lo que se halla en los yacimientos arqueológicos, te explica cual es el origen de algo importante que se encontró, cómo se usaba, y cómo lo podríamos percibir a través de nuestros sentidos si estuviéramos en aquella situación, es decir, si nos trasladáramos a aquellos siglos. Es un ejercicio de empatía con los vikingos no para dejarlos bien parados a ellos, como hace en una producción cinematográfica, sino para comprender otro universo del que nos separan siglos de cultura material y de pensamiento. Es algo que agradezco mucho a este libro.
La síntesis de sus invasiones por el lado atlántico de Europa están muy bien contada. Así como los establecimientos de lazos comerciales con Bizancio, Bagdad y el resto de Asia. El caso de los rus, los varengos, las cruzadas, etc. Mención aparte están las diásporas de Islandia, Groenlandia y la costa nororiental de Canadá. Queda todo muy explícito con las evidencias arqueológicas y lo que se puede inferir de ello.
Finalmente queda por ver como pasaron de multitud de reinos a la unificación en entidades más próximas a las que conocemos actualmente, la instauración de monarquías, la pérdida de poder de las asambleas de jefes, y la inclusión del cristianismo como argamasa de ese poder real mientras se diluye el de los jefes de cada región.
Un libro muy completo y coherente sobre un tema que, pese a ser muy conocido, todavía depara muchas sorpresa y nos empuja a despojarnos de viejos tópicos incluso de los viejos historiadores.
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