EL LIBRO DE LOS NOMBRES, de Simon Stranger
Aunque parece que el mundo noruego es una historia apacible en comparación con la historia de otros países, la verdad es que tienen sus puntos oscuros. Aquí tenemos la historia de una familia judía, los Kommisar, con un poco de mala suerte. Cuando el país fue invadido por Alemania, la familia del autor, Simon Stranger, escapó a Suecia, país neutral. Pero como al principio no fue una ocupación a sangre y fuego, algunos miembros de la familia volvieron confiados a Trondheim. Y se equivocaron, porque poco a poco los judíos noruegos fueron desapareciendo, primero internados allí mismo y luego deportados a los campos de exterminio alemán. Eso pasó con el patriarca de la familia, y es una de las historias que se cuenta, la de una familia que salió a principios del sXX de la Rusia zarista por los pogromos, se asimiló bien al mundo noruego, y algunos acabaron sucumbiendo a los nazis. Otros fueron capaces de volver a Suecia por vías de escape a través de los bosques y burlando la vigilancia de la frontera, eso también se cuenta. Posteriormente la historia llega hasta nuestros días, con lo que se nos muestra tres generaciones de esta familia, los adultos que lo sufrieron, los chavales que sobrevivieron y sus descendientes que, es el caso de Simon Stranger, se picaron con detalles sueltos que sabían y se dedicaron a averiguar toda la historia. Hay que decir que la ha escrito bien y que merece la pena ser contada.
Porque ahora viene ese punto oscuro de esta historia, la piedra en la que tropezaron todos estos judíos del sur del país, más todos aquellos patriotas que militaron en la resistencia contra el invasor (a veces veo series noruegas en las que se hacen chistes sobre los alemanes con respecto a aquel tiempo, parece que no se los perdona aun en la cultura popular, y tampoco me extraña). Esa negrura en la historia de Noruega se llama Henry Rinan, y aquí está la parte más atrayente del libro, la de un colaborador a "full time" con los nazis y muy entusiasta de los métodos más expeditivos de la Gestapo. Rinan fue un tipo lleno de complejos, un trepa de los gordos que no veía sus esfuerzos rindiendo como creía merecer. Así que se paso a los malos, aprendió aun mas de ellos y se dedicó a espiar las vías clandestinas de escape a Suecia, a descubrir alijos de armas de la Resistencia, a destapar agentes y desafectos al nuevo régimen, a descubrir a judíos escondidos, y a torturar a cualquiera de todos los citados, y alguno más. Reunió una banda de hombres y mujeres sin escrúpulos en una chalet de una zona tranquila a las afueras de Trondheim. Al ser Noruega uno de los países donde la ocupación duró hasta casi el final de la guerra, Rinan tuvo tiempo más que de sobra para ser odiado. Parece que tampoco esto le importaba mucho, era parte de su nómina. Al volver el gobierno legítimo en 1945, no logró a escapar a Suecia, lo apresaron y acabó como debía acabar. También se cuenta el final de algunos de sus principales colaboradores.
¿Cómo llegó el autor a interesarse por esta historia? Porque la familia de su mujer, al poco de acabar la guerra, compró esa casa, donde Rinan había torturado y matado a tanta gente, sin saberlo. Fue traumático. Segundo porque el patriarca de esa familia y un hijo suyo acabaron muriendo en un campo de exterminio, posiblemente con alguna intervención de Rinan en la captura.
Del asunto de Rinan no hay mucha documentación porque los nazis no estaban para dejar rastros tras su huida, y Rinan quemó sus documentos. El resto son historia de la familia. Por tanto, la forma de narración es la de novelar los hechos con una particular incidencia en la personalidad del malo de esta historia, humanizando con ello a esta bestia para imaginar qué le pudo llevar a ser lo que fue, sus motivaciones, sus ideas, sus deseos. Lo que menos me ha gustado es ese visible esquema en forma de diccionario, donde cada capítulo empieza con una letra del abecedario y palabras que empiezan con ella para hablar de un tema y desarrollar con ellas distintos argumentos dentro de cada capítulo. A otros puede que les guste. Tampoco es que me haya estorbado para apreciar la historia, que merece la pena dentro del ya muy saturado género de nazis, II Guerra Mundial, etc.
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