LOS EXPERIMENTOS DE MENGELE EN AUSCHWITZ. INFANCIA EN TRAJE DE RAYAS, de Bogdan Bartnikowski
-No sabes nada... ¿has escuchado que aquí hay un doctor de las SS que se llama Mengele?
-Exacto. Mengele ha hecho alguno de sus experimentos con Henio. Me lo ha dicho un prisionero del hospital. Ha preguntado por Henio. Escucha, ¡pero ni una palabra a nadie! Henio ha desaparecido del hospital, ha muerto. De otro modo ya estaría ahí... -, dijo señalando con la cabeza en dirección al crematorio.
-¿Y qué le ha hecho Mengele a Henio?
-Le quería cambiar el color de los ojos.
-¿Y para qué? ¿Y lo ha conseguido?
-No. Ese prisionero del hospital me ha dicho que probó con un ojo, pero que la infección se le paso al otro ¡y acabó fatal! Si nadie se ocupa de Henio, si lo descubren aquí, con nosotros... -el delegado agitó la mano- será su fin. Se irá a la cámara de gas.
-¿Henio a la camara de gas? ¡¡¡No!!!
-¡Silencio! Aunque.... si se tiene que quedar ciego para toda la vida, quien sabe si no será mejor...
-Pero si es tan silencioso, tan obediente...
-En el hospital le mandaron que fuera silencioso. Maldita sea, nadie se lo creería. Cuando ese canalla va al barraron infantil lo hace solo para escoger a un nuevo grupo de conejillos. Mata a esos niños, los ciega, y ellos vuelan a sus brazos como si fuese su padre... Que tendrá ese canalla que los niños lo adoran, hijo de su madre...
Megele, a la izquierda |
-Señor delegado, protejamos a Henio.
-Y yo que puedo hacer, muchacho, nada...
-Escondamoslo en alguna parte... - supliqué.
El encargado sonrió con tristeza.
-Qué más me gustaría. Hablaré a ver qué se puede hacer, aunque lo dudo. Ese Mengele recuerda a sus conejillos, los recuerda bien. En principio Henio ha muerto, pero... venga, vuelve con él.
Me encaramé a la litera, me senté sobre las tablas y miré los labios ligeramente temblorosos de Henio. Estiró tímidamente la mano y me toco delicadamente con los dedos.
-Eres tú-, se alegró.
-Sí-, respondí-. No tengas miedo, estoy aquí, no me voy."